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ASUNCIÓN. Desde hace más de 8 días hay una orden de captura en contra de la empresaria Dalia López, quien fuera la responsable de traer al país al exfutbolista Ronaldinho y su hermano, quienes entraron a territorio nacional con documentación paraguaya adulterada.

Sin embargo, y a pesar de que la Fiscalía y efectivos policiales realizaron allanamientos a varios de las casas que son propiedad de López, ella no aparece por ningún lado. Mientras tanto, sus abogados, Álvaro Arias y Marcos Estigarribia, insisten con que la orden de prisión de la Fiscalía no tiene validez porque los agentes solamente buscan show mediático, pero que sí se respetará la decisión del juez de la causa, Gustavo Amarilla, quien la convocó para el próximo miércoles 18 para una audiencia de imposición de medidas.

Ahora la cosa cambió, gracias a la pandemia del coronavirus y la cuarentena decidida por el gobierno. Estigarribia ya no está tan seguro de que su clienta vaya a presentarse el miércoles, porque, dijo, ella “está en el grupo de riesgo” de quienes pueden adquirir el virus.

Lo ocurrido con el exfutbolista brasileño destapó un aparente esquema delictivo de producción y uso de documentos públicos de contenido falso. Hasta el momento, los investigadores solamente han identificado y detenido a funcionarios de Migraciones e Identificaciones de segunda categoría, pero nadie parece saber nada de quienes están detrás del negociado.

López podría ser la primera involucrada con el suficiente poder económico para desempeñar un papel importante en el esquema de pasaportes mau. De ahí que tanto la Fiscalía como el juez Amarilla consideren que su declaración es fundamental. Lo que temen sus abogados es que el magistrado confirme la prisión preventiva decidida por el Ministerio público, algo que no suena tan descabellado habida cuenta de la facilidad con que la empresaria consigue esconderse de toda la fuerza pública que la está buscando.