ADN Digital
La irracionalidad con la que han actuado los opositores desde que terminaron las votaciones el pasado 22 de abril y el TREP dio ganador al candidato colorado, Mario Abdo Benítez, debe tener algún freno porque, hasta ahora, lo único que han intentado con insistencia fue enturbiar el proceso que fue reconocido como transparente hasta por los observadores internacionales.
Mientras los hechos van confirmando la pulcritud y eficiencia del trabajo realizado por el TREP y por la Justicia Electoral en general, ellos insisten en que hubo fraude y que se les robaron las elecciones. Lo último que se les ocurrió, posiblemente desesperados porque nada de lo que hicieron hasta ahora dio resultado a su favor, fue recusar a todo el Tribunal Superior de Justicia Electoral porque su presidente, la noche del 22 de abril, dio ganador de las elecciones a Abdo Benítez, basándose en los resultados del TREP, lo cual, aclaremos, fue mencionado por Jaime Bestard al hacer el anuncio.
Esto ya sobrepasa cualquier intento de racionalidad que uno pudiera tener al buscar alguna justificación a la actitud asumida por quienes, hasta ahora, se niegan a reconocer los resultados de unas elecciones en las que sus candidatos, tanto para la Presidencia como para la Gobernación del Departamento Central, perdieron rotunda y contundentemente.
Y no es solamente porque los cómputos de las actas están confirmando lo anunciado por el TREP, sino porque desde hace 18 años, en cada elección, sea nacional o municipal, quien es en ese momento presidente del TSJE anuncia al ganador basándose en los resultados preliminares. Como ejemplo, lo hizo Juan Manuel Morales en 2008, anunciado a Fernando Lugo como vencedor, y Alberto Ramírez Zambonini en el 2013, cuando le tocó el turno de decir que quien había ganado era Horacio Cartes.
Repetimos, todo esto se hizo en base a los resultados del TREP. Y nadie protestó ni dijo que los miembros del tribunal habían “preopinado”, como ahora pretenden acusar los opositores, mediante una acción presentada por los apoderados del PLRA. Es más, en el 2013, el mismo Efraín Alegre que ahora acusa de tamaño absurdo a Bestard no tuvo ningún problema en reconocer su derrota y felicitar a Cartes, basado en el anuncio hecho por Ramírez Zambonini quien, a su vez, se basó en el cómputo del TREP.
Este tipo de actitudes debe tener algún límite. Porque es lo que hace que internacionalmente mucha gente nos vea como una república bananera, en la que todo vale y no se respetan las reglas ni el Estado de Derecho. Es la gente como Alegre y su entorno la que nos convierte en una caricatura ridícula y no en la República que merecemos ser.
Lo único que hicieron las autoridades del TSJE fue seguir las normas que se vienen aplicando desde que se creó el TREP en el año 2000. Y ya es tiempo de que alguien detenga a Alegre para que deje de hacernos perder el tiempo con estupideces y delirios a los que se aferra para no aceptar lo obvio, que otra vez la mayoría de los paraguayos se negó a permitir que pudiera ser presidente de la República, porque no le cree ni le quiere. Efraín perdió y ya es tiempo de que lo asuma, a fin de que pueda dejar de molestar y entorpecer al país.