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ASUNCIÓN.- Se volvieron virales los mensajes de la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, en contra de su colega paraguayo Eladio Loizaga. La mujer decidió atacar en lo personal al canciller nacional ante la falta de argumentos que pudieran justificar la petulante actitud de su gobierno al autoproclamarse presidente del Mercosur, a pesar de no ser socio pleno y no cumplir con los requisitos fundamentales del bloque.
El problema que en este momento tiene enmarañado al Mercosur es exclusiva responsabilidad de quienes convencieron primero a Hugo Chávez y luego a Nicolás Maduro de que Venezuela era “la patria grande” de Sudamérica, y ahora sus sucesores de Argentina, Brasil y Paraguay deben pagar los platos rotos y bancarse a un gobierno caribeño prepotente y lleno de pajaritos en la azotea.
Rodríguez no tiene ningún argumento lógico que pueda contradecir al gobierno paraguayo así que recurrió al ataque personal a Loizaga, porque fue él quien días atrás dijo que nuestro país no cambiará de postura y no se reanudarán las relaciones diplomáticas hasta tanto no se resuelva esta crisis, que fue provocada por los venezolanos, al pretender asumir la Presidencia sin haber cumplido los requisitos mínimos ni siquiera para ser miembro pleno del bloque.
Por supuesto que no es extraño que ella sea tan delirante como el presidente al que representa internacionalmente. Además, si tiene que justificar ante la comunidad internacional un régimen que diariamente es expuesto por los medios de comunicación como abusivo e irrespetuoso con su ciudadanía, es entendible que tenga que recurrir a argumentos absurdos y medio chiflados, ya que la lógica no puede ser utilizada para ello.
La canciller habla de que Venezuela es “la patria grande” como si por alguna razón que desconocemos los simples mortales, alguien haya erigido a dicho país en el guía para las naciones del continente. Este era un delirio de Maduro ahora y lo fue de Chávez antes, cuando parecía que podría encabezar una movilización general en torno al Socialismo del Siglo XXI. Parece que son los únicos que no se enteraron de que este movimiento fracasó y que hoy los gobiernos de la región recuperaron la cordura.
