WASHINGTON.- La vida de la Tierra se basa en el carbono, pero desde hace décadas, algunos escritores de ciencia ficción y exobiólogos sugieren que podrían existir ciertas formas de vida extraterrestres cuyo origen fuera el silicio, que abunda en nuestro planeta y posee unas características bioquímicas similares.
Así, gracias a la denominada ‘evolución dirigida’, un equipo del Instituto de Tecnología de California, ha modificado la enzima citocromo c extraída de la ‘Rhodothermus marinus’ una bacteria extremófila que vive en aguas termales en Islandia para catalizar la formación de enlaces entre el silicio y el carbono.
En su investigación, estos especialistas han descubierto que esa enzima natural puede crear enlaces químicos entre el silicio y el carbono de una manera 15 veces más eficiente que los catalizadores sintéticos, con lo cual ha demostrado que esas formas de vida podrían existir.
A corto plazo, una de sus posibles aplicaciones prácticas sería la fabricación de materiales de organosilicio que se emplean con asiduidad en semiconductores y productos farmacéuticos.