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Para el economista Manuel Ferreira hay una desaceleración en la economía en general de nuestro país, donde se nota por el lado del sector agrícola, un impacto relativamente importante, pero tampoco el único, hay otros sectores donde se está notando también retracciones económicas fundamentalmente en el sector comercial e industrial.
ASUNCIÓN.- Según Ferreira, el sector comercial está vinculado básicamente a la diferencia de precio que el país sigue teniendo con relación a la Argentina y el Brasil. Mientras que en el sector industrial esta diferencia de precios se está empezando a sentir, porque están entrando en gran volumen productos que compiten con los de nuestro país, como ser pollos o varillas de aceros que compiten con industrias argentinas o brasileñas que está pasando fácilmente una frontera porosa.
Explicó que esto hace que se note relativamente ciertos impactos, que hace pensar en un Producto Interno Bruto (PIB) con menor crecimiento de lo que esperábamos a principio de año o a finales del año pasado. Indicó que la caída del PIB del 0,8% del impacto es exclusivo del sector agrícola.
Sin embargo, sostuvo que cuando uno se pone a mirar los demás sectores también se nota retracciones. “Estamos con una perspectiva del orden de crecimiento del 3% para todo el año en general, y vemos que los impactos se van a notar mucho más en otros sectores en donde es muy temprano todavía para saber qué es lo que va a ocurrir”, refirió.
Explicó que la desaceleración económica empezó a mediados del año pasado, “y si nosotros hacemos una comparación año por año, por una cuestión matemática nomás, el impacto debería llegar a principios del segundo semestre del año. Lo mismo ocurre en el sector industrial”, dijo. Sin embargo, acotó que en este mismo periodo de tiempo, al principio hubo devaluación fuerte de la moneda brasileña y argentina, pero en lo que va del año 2019 lo que se ha visto es una devaluación del guaraní.
Ferreira subrayó que la devaluación de nuestra moneda tiene más impacto en términos de políticas monetarias, de lo que tiene la variación de tasas de interés de referencia que ha hecho el Banco Central del Paraguay y permitió de alguna manera nivelar los precios.
Recordó que el caso de la Argentina es muy palpable y puntual, porque ellos tuvieron un 100% de devaluación y además una inflación muy fuerte, el año pasado cerró en 40%, sigue teniendo una inflación mensual encima del 2%. Además, gran parte de la ventaja de precio que había tenido en un momento dado hoy está empezando a desaparecer.
“Mientras que el Brasil también expresa una situación similar, pero el país está sin inflación. Ahí tenemos que ver la gestión pública que va a implementar el presidente Jair Bolsonaro y cómo eso va a impactar, sobre todo en la situación de la frontera con el Brasil. Tenemos ventajas estructurales en cuanto a precios con el vecino país, pero de alguna manera se van a ir compensando porque, es difícil que el nuevo presidente brasileño cambie”, apuntó.
LA REDUCCIÓN DE EXPECTATIVA HACE QUE LA GENTE ESTÉ MÁS DUBITATIVA
Según el economista Manuel Ferreira, la expectativa en el sector comercial, industrial y agropecuario está en baja. “Todos estos factores y sumado a la reducción de expectativa, hacen que la gente esté más dubitativa en términos de inversión y eso hace que sea lenta toda la actividad económica”, afirmó.
Remarcó que ante esta situación hay menos ventas, mucho stock de mercadería. Indicó que también están otros tipos de sectores, como los autopartistas que se instalaron en Paraguay, que están vinculados prácticamente a la industria ensambladora brasileña. “Son sectores que se han visto muy afectados por el tipo de cambio, por un lado lo que hicieron es reducir personal y por otro recortar el tiempo de su propio contrato”, indicó.
Subrayó, que por ejemplo, si antes tenían un contrato de seis meses hoy lo están acortando mucho más, llegan a apenas dos meses por la inestabilidad del dólar que se presentó en un momento dado. “Cuando se recupere la moneda norteamericana es posible que vuelvan a recontratar, pero mientras tanto tenemos una serie de despidos muy intensiva en manos de obras que en su momento fue importante para dar empleos”, dijo el economista.
Refirió que gran parte de la importación o la reducción de importaciones no está muy vinculado al hecho de que el dólar haya subido o se haya encarecido relativamente la importación. Sino, más bien, está vinculada a una retracción de la demanda local y el estoqueo de mercadería que las empresas han tenido y por esa razón tienen mucho stock.
Asimismo, sostuvo que también el Paraguay está teniendo una retracción en el crecimiento, incluso negativo en la demanda de dinero que ha venido siendo positivo. Explicó que para mantener un guaraní relativamente sólido, el Banco Central, durante todo el año 2018, ha salido al mercado a vender dólares; asimismo, ha retirado guaraníes, reduciendo la cantidad de dinero y a eso se sumó la desaceleración que ha hecho que exista demanda por saldo reales muy inferior a lo que se tenía anteriormente.
“Creo que este es uno de los indicadores de enfriamiento más fuerte que tenemos. Otro elemento muy importante, en término de expectativas de los agentes económicos, es que hay un problema, la gente no tiene muy claro qué es lo que busca el gobierno y esto hace que las cosas sean mucho más lentas en término de inversión”, concluyó.
