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ASUNCIÓN. Aunque el presidente Mario Abdo Benítez había anunciado que no asistiría a la misa central de Caacupé, a la que tradicionalmente acuden los representantes de los 3 poderes del Estado y en donde la Iglesia centra sus críticas hacia las autoridades, pocas horas antes se notó un inusual movimiento de efectivos de seguridad, por lo que se empezó a sospechar que el jefe de Estado había cambiado de opinión, y desde entonces ya se sintió el descontento de los feligreses.

Poco antes de las 6, Abdo Benítez llegó en un helicóptero hasta el Parque Lagoporá, desde donde caminó solo hasta la basílica. Durante todo el trayecto fue acompañado de abucheos, primando el grito de “desastre ko Marito”. También se escuchó el mote de “vende patria” con el que algunos daban cuenta de su hartazgo y decepción.

No respondió a nadie, no conversó con la prensa y solamente se detuvo brevemente para posar con los servidores apostados durante todo el trayecto. Ya en la explanada se ubicó en primera fila, al lado del ministro del Interior, Euclides Acevedo.