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ASUNCIÓN.- Como era de esperar, la sesión del Senado fue aprovechada por los opositores para atacar al Gobierno de Horacio Cartes y exigir el cambio del ministro del Interior. Entre los fervorosos oradores estuvieron el exliberal Carlos Amarilla y el luguista Sixto Pereira.
Pero la más intensa, como siempre, fue la senadora del PDP Desirée Masi, quien nuevamente perdió el control durante una sesión, pero esta vez defendiéndose de las insinuaciones del ministro del Interior, Francisco de Vargas, quien dio que había opositores, entre quienes están la senadora y su marido Rafael Filizzola, que tendrían fuertes vínculos con el EPP.
Aseguró que ahora “uno critica y es sindicado como terrorista”, recordando que en el secuestro de Fidel Zavala, durante el Gobierno de Fernando Lugo, los colorados, que entonces eran opositores, criticaron duramente a las autoridades y a los entonces oficialistas, sin que nadie les haya acusado de ser desestabilizadores “como ocurre ahora”. “Lo mínimo debería ser el respeto hacia la oposición aunque sea una minoría”, añadió.
Antes de la sesión, tanto Masi como Filizzola y el diputado Pedro Santacruz, todos del PDP, se pusieron a disposición de la Fiscalía para que se investigue los supuestos vínculos que tienen con integrantes del EPP.
