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Un compatriota fue detenido por agentes de la Policía Federal luego de haber perpetrado un violento asalto, juntamente con dos cómplices, en perjuicio de una familia paraguaya en el Brasil. Las víctimas vivieron momentos de terror en poder de los tres criminales. El hecho ocurrió el sábado último, a las 23:00 horas aproximadamente. Los afectados tienen un local comercial en la ciudad de Coronel Sapucaia, fronteriza con Capitán Bado. El aprehendido es Osvaldo Benítez Araujo (19).
CORONEL SAPUCAIA (Brasil).-Resultó víctima Roberto Olazar y su familia, quienes fueron sorprendidos en momento en que ya se encontraban descansando dentro de su casa. Allí, llegaron tres sujetos fuertemente armados y apuntaron a los afectados, quienes fueron golpeados y maniatados, mientras los marginales se rebuscaban por los objetos de valor.
Al parecer manejaban información sobre la existencia de dinero en efectivo dentro de la residencia, pues en todo momento preguntaban dónde estaba la plata.
Olazar fue obligado a entregar todas sus pertenencias de valor, celulares, joyas y una fuerte suma de dinero, cuyo monto exacto no fue precisado hasta el momento. El hombre y sus allegados estuvieron por más de dos horas retenidos dentro de la vivienda.
En un momento dado, una de las víctimas logró llamar a agentes de la Policía Militar, quienes inmediatamente llegaron al sitio. Tras consumar el hecho y salir de la casa, los maleantes notaron que una patrullera estaba en las inmediaciones, por lo que dos de ellos abordaron rápidamente una motocicleta y se dieron a la fuga.
No obstante, Benítez Araujo no tuvo tiempo de huir y fue reducido después de una breve persecución. El sindicado terminó privado de su libertad cuando intentaba pasar hacia Capitán Bado, informaron los intervinientes. En el caso intervino la Policía Nacional en apoyo a sus pares del Brasil.
No se descarta que los otros implicados que se fugaron también sean paraguayos. Araujo es oriundo de la ciudad de Fram, departamento de Itapúa. En su poder fue incautado un revólver calibre 38 mm. Posteriormente, fue trasladado hasta la sede de la Policía Militar de Coronel Sapucaia, a disposición de la Justicia brasileña.
