ADN Digital
Artículos relacionados
BRASILIA.- La destituida presidenta Dilma Rousseff dejó ayer el Palacio de la Alvorada tras su destitución en el Senado. Rousseff viajó en avión de la Fuerza Aérea a Porto Alegre y fue recibida en Porto Alegre en un acto sin progenitor Luiz Inácio Lula da Silva.
No es la primera mudanza de Dilma. Meses atrás había tenido que dejar el Palacio del Planalto, en mayo, cuando fue suspendida por la Cámara alta a la espera de que se confirme el impeachment.
Ayer el cambio de la exjefa de Estado es definitivo: debe dejar atrás sus oficinas y los regalos recibidos en su condición de presidenta por sus pares del mundo.
De acuerdo a una nota publicada por el diario O’Globo, cada uno de los objetos fue minuciosamente catalogado, incluidas las fotografías, para evitar cualquier tipo de cuestionamiento del nuevo Gobierno, a cargo del anterior vicepresidente Michel Temer, que abrió una investigación para determinar el origen de cada uno de los ítems.
La ex presidenta transportó la mayoría de sus cosas en un avión de la Fuerza Aérea. Todo lo demás será transportado en cuatro camiones, que se encargaran de mudar toda su biblioteca, los muebles y las pertenencias que le corresponden en un operativo pagado por el gobierno. Cada vehículo, que tiene una capacidad de 18 toneladas, cuesta cerca de 15 mil.
No todo lo que tiene la ex mandataria podrá ser guardado en su nueva casa, que no cuenta con las comodidades ni las dimensiones de los palacios presidenciales.
