BRASILIA.- Los dos grandes rivales de las últimas elecciones presidenciales, en 2014, la exmandataria Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT) y el exgobernador de Minas Gerais, Aécio Neves del PSDB, vuelven este año al terreno de campaña pero de manera muy devaluada y aspiran a cargos legislativos.
Dilma, destituida por un proceso de impeachment en 2016, es ahora candidata a senadora por Minas Gerais y se sitúa al frente de las intenciones de voto para conseguir un escaño en el Senado por ese estado. Los últimos sondeos estiman que obtendría el 25 % de los sufragios.
En tanto, Neves actual senador por ese mismo estado, quedó procesado por corrupción el año pasado en el escándalo de sobornos del frigorífico JBS y esta vuelta pretende una banca más modesta como diputado.
Cuatro años atrás ambos fueron protagonistas de la elección más cara de la historia brasileña: mientras Rousseff gastó 318 millones de realies (US$ 78 millones), Neves desembolsó 201 millones (US$ 49 millones), según datos del Tribunal Superior Electoral.