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ASUNCIÓN.- El diputado Justo Zacarías manifestó este viernes que se demostró al presidente del Brasil, Jair Bolsonaro, que el pueblo paraguayo está detrás de la Itaipú y no solo su amigo Marito. Destacó que el presidente de la República debe aprovechar la oportunidad que tiene para rectificar rumbos porque estuvo al borde de ser destituido como consecuencia del pacto secreto.
“Esta crisis le puede generar una oportunidad al gobierno paraguayo, al Paraguay. Le hemos mostrado a Bolsonaro que el pueblo paraguayo está detrás del tema de la Itaipú binacional, no es su amigo Marito. Hay que implementar la contratación en los moldes que está acordado, no hay nada que rever”, dijo el legislador colorado, en comunicación con la 970 AM.
Ratificó que el movimiento Honor Colorado se retiró de la intención de someter a juicio político al presidente y vicepresidente de la República porque Brasil aceptó dejar sin efecto el acuerdo bilateral firmado entre los gobiernos de Mario Abdo Benítez y Jair Bolsonaro. Advirtió que se debe estar atento para la nueva negociación.
Sostuvo que Brasil al parecer no entiende que la binacional es de ambos países y en partes iguales. Cuestionó al mandatario brasileño por considerar como concesiones y regalos ciertas cuestiones conseguidas por Paraguay, en gobiernos anteriores.
“Habló que la línea de 500 Kv fue una concesión graciosa de Brasil, que nos regaló. Si vamos a hablar de concesiones, hay que hablar de concesiones mutuas siempre. Si Bolsonaro quiere retroceder, retrocedamos y vamos a analizar por qué Brasil llevaba energía a gusto y paladar cuando Paraguay solo consumía uno o dos por ciento de lo que es Itaipú binacional”, agregó.
El acta entreguista firmado el pasado 24 de mayo estipulaba que Paraguay debía pagar al menos 250 millones de dólares más por compra de energía, que indefectiblemente repercutiría en la tarifa de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE). Hubo otros puntos más que también atentaban contra los intereses del Paraguay.
Como consecuencia del acta entreguista, el presidente de la República Mario Abdo Benítez y el vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, casi fueron sometidos a juicio político, incluso fueron considerados como “traidores de la patria”. Otros altos funcionarios renunciaron y algunos fueron destituidos.
