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La defensa del diputado Ulises Quintana, quien guarda prisión preventiva desde hace una semana en el penal de Viñas Cué, insiste en el cambio de carátula del expediente en su contra, a fin de conseguir que se lo impute por delitos menores y pueda ser beneficiado con medidas alternativas.
ASUNCIÓN.- Desde que fuera imputado y antes de ser desaforado, se comentaba que el sector político al cual pertenece Quintana presionaba a la fiscala Lorena Ledesma para que cambiara la carátula del expediente. Aunque ella fue recusada y asumió en su lugar el fiscal Ysaac Ferreira, no cambió nada en el expediente, por lo que el diputado fue detenido y remitido a la prisión militar.
Pero esto es apenas el inicio de la guerra puesto que el equipo de casi 40 abogados que asesoran al “mboriahu” Quintana, parece no rendirse y seguir intentando que su cliente salga de prisión y obtenga medidas sustitutivas, a fin de que aguarde cómodamente, e, incluso, ocupando su banca en la cámara, la continuidad de su proceso.
Claro que para eso primero hay que cambiar la carátula del expediente, puesto que tal como están las cosas y mientras siga imputado por tráfico de drogas, como cómplice; lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias, que son crímenes con más de 5 años de expectativa de prisión, no habrá posibilidad de que obtenga medidas alternativas y deberá permanecer preso mientras dure su proceso.
Una vez que haya sentencia, si esta la declara inocente, recuperará su libertad. De lo contrario, se confirmará su prisión, y el juez decidirá por cuántos años y dónde, ya que será difícil que permanezca todo ese tiempo en Viñas Cué.
Lo positivo de los casos en los que poderosos imputados guardan prisión preventiva, es que serán muy escasas las chicanas puesto que las respectivas defensas estarán más que interesadas en que el proceso avance rápidamente; por lo menos si piensan que su defendido será declarado inocente. De lo contrario, imaginamos que lo alargarán todo lo que puedan.
Con Quintana ocurrieron varios hechos inéditos. Durante las 3 décadas de transición democracia, es el primer legislador activo que va a prisión. Además, se dio la absurda situación de que pidió, y consiguió, que la cámara le diera permiso de ausentarse, por estar preso.
“ES UNA SITUACIÓN DE HECHO”
Según el jurista Jorge Vasconsellos, no tenía por qué concederse permiso a Ulises Quintana, a pesar de que Diputados lo hizo, porque “el reglamento interno de la cámara no contempla otra posibilidad de que le permiso se otorgue a los efectos de cumplir con una función en el Poder Ejecutivo. En materia de Derecho Público rige la inversión del principio de la libertad, es decir, está permitido solamente aquello que está expresamente previsto en la norma”.
“Por lo tanto, un permiso resulta absolutamente extraño a la normativa. No corresponde”, explicó el abogado y añadió que en el caso de Quintana, sencillamente había que convocar a su suplente, sin más vueltas porque él “está sometido a un proceso penal, privado de su libertad; no puede cumplir funciones, no se trata de darle permiso para cumplir la medida privativa de libertad. Se trata de una situación de hecho ante la cual, por tener la imposibilidad de cumplir las funciones que le corresponden, se le convoca a su suplente”.
Vasconsellos ratificó que, en ningún caso, uno pide permiso para estar preso. Y, “si eventualmente es condenado, tampoco necesita renunciar, porque pierde la banca de manera automática desde el momento en que su ciudadanía se encuentra en suspenso. Es decir, las hipótesis de renuncia, pedido de permiso y compañía no tienen ninguna relación con el régimen al que se encuentra sometido bajo proceso” el diputado Quintana.
