ADN Digital
Artículos relacionados
Con 38 votos a favor y 27 en contra, la Cámara de Diputados sancionó la Ley “de rehabilitación financiera de los Pequeños Productores de la Agricultura Familiar Campesina cuyas fincas no excedan las 30 hectáreas”. Las bancadas de la disidencia y la oposición sancionaron la normativa a sabiendas de que no existen los recursos y que comprometen seriamente la estabilidad financiera. Cometieron un salvaje boicot a la nación. Cada uno de los campesinos que serán agregados en una lista, recibirá hasta 51 millones de guaraníes en concepto de capital, aunque con los intereses vencidos y cargas financieras, podría duplicarse ese monto.
ASUNCIÓN.- Durante largas horas se extendió el debate, aunque quienes más hablaron fueron los disidentes y opositores, que en todo momento pretendieron justificar el proyecto, aunque resultaron poco convincentes. De todos modos, la decisión política ya estaba tomada y el resultado cantado desde unos días antes.
Mientras se desarrollaba la sesión, los campesinos violentaban afuera. Algunos legisladores instaron a la pacificación y otros utilizaron la situación para justificar la aprobación del subsidio a las deudas vencidas de aproximadamente 2.500 campesinos, cada uno de los cuales recibirá hasta 51 millones de guaraníes en concepto de capital, aunque con los intereses vencidos y cargas financieras, podría duplicarse ese monto.
La bancada oficialista de la ANR intentó 2 veces postergar el tratamiento del proyecto, primero a través de Cristina Villalba y luego de Clemente Barrios, fracasando en ambas oportunidades.
Barrios explicó el motivo del pedido de postergarlo sine die, aclarando que no se pretendía que esto fuera indefinido sino hasta que toda la estructura que tiene el Estado paraguayo pueda trabajar seriamente y encontrar una solución al problema.
Quienes más defendieron a capa y espada el proyecto fueron los liberales del sector oficialista, aunque a la hora de votar también lo hicieron a favor los llanistas. En cuanto al oficialismo colorado, quien más argumentó por el rechazo del proyecto fue Walter Harms, quien dijo que la ley era mal llamada de subsidio, puesto que, en realidad, lo que se pretendía utilizar era el dinero que todos los paraguayos pagamos con nuestros impuestos, “para aplicar a un sector de ciudadanos que han contraído, bajo su responsabilidad, una deuda en entidades públicas y privadas. Cuando se habla de rehabilitación financiera, se va a aplicar a propietarios u ocupantes de 30 has. No entiendo dónde está la agricultura familiar campesina. Con 30 has cualquiera que está en el sector productivo sabe que puede tener razonablemente un buen vivir. (…)
Quisiera que todos los sectores productivos de este país, gremios, trabajadores, empleados, que cuando afrontan deudas con el sudor de su frente, honran sus deudas, no se sientan amilanados ni tengan la esperanza de que esto les llegará. Las deudas que provengan del trabajo deben ser pagadas con trabajo”.
Previamente, y esa vez sí por unanimidad, la cámara aprobó la Ley que declara en emergencia nacional la agricultura familiar campesina. Ambas normas serán ahora enviadas al Ejecutivo, que ya adelantó que no las vetará para evitar que aumente la crispación.
“ESTO ES UNA DERROTA PARA LA CIUDADANÍA”
El titular de la Cámara Baja y de la ANR, Pedro Alliana, luego de la sesión de ayer donde los parlamentarios sancionaron el proyecto de ley para condonar la deuda de los pequeños productores, señaló que “esto es una derrota para la ciudadanía”.
“Ésta es una deuda que van a pagar todos los paraguayos de los impuestos”, agregó.
Reiteró además que es de imposible cumplimiento, pero que van a ver cómo pueden hacer para cumplir con los campesinos que realmente merecen.
QUISIERON ATROPELLAR EL CONGRESO Y DERRIBARON LA VALLA DE SEGURIDAD
Un grupo de campesinos derribó las vallas de seguridad de la Plaza de Armas y amenazaron con ingresar a la sede del Congreso, donde los diputados estaban debatiendo sobre el tema del subsidio a los labriegos.
Los manifestantes amenazaron a los periodistas, especialmente a los fotógrafos y camarógrafos que estaban allí realizando sus respectivos trabajos. No querían que se registre los disturbios que los mismos estaban protagonizando.
Luego de ocupar las calles capitalinas, el grupo de campesinos fue hasta la Plaza de Armas para seguir el debate en Diputados en torno a la ley que les aprueba el subsidio.
En un momento, los ánimos se caldearon y los labriegos derribaron las vallas. Un cordón de policías intenta resguardar la sede del Congreso, pero los manifestantes en todo momento buscaron incidentar la movilización.
Los labriegos amenazaban con arrojar piedras y pedazos de palos contra los uniformados que estaban allí. Los jefes policiales buscaron apaciguar a los manifestantes para evitar enfrentamiento.
La Policía desplegó los carros hidrantes hacia el lugar ante cualquier inconveniente. Sin embargo, los labriegos insistían en avanzar hacia el Congreso. Pero de conocerse la decisión de los legisladores los ánimos se calmaron.
EDIL LUGUISTA GANA 8 MILLONES Y QUIERE EMBOLSAR OTROS 51
La manifestación campesina que ya tiene una duración de 24 días en la capital de país tuvo todo tipo de condimentos. Sin embargo, lo más resaltantes se registró en estos últimos días y fue la presencia del titular de la Junta Departamental de Caaguazú por el Frente Guasu (FG), Gustavo Walter Ferreira Aquino, quien con un salario mensual de más G. 8 millones mensuales participaba de la protesta.
Incluso el edil regional participó de una gresca durante la manifestación, con algunos campesinos que perdieron los estribos y casi llegaron a agredir a algunos automovilistas que intentaban continuar su camino en medio de la marcha.
Según los datos el problema empezó cuando un campesino salido de sus casillas intentó golpear con un garrote un automóvil.
Lo lamentable del caso es que los antecedentes revelan que el concejal regional de Caaguazú, además ejerce la docencia en Vaquería y mensualmente obtiene la suma de G. 8.250.000, pero abandonó su función tanto de concejal como el de docente, para venir a manifestarse en Asunción, por lo tanto es un perfecto “planillero”.
