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En su sesión de hoy, la Cámara de Diputados tratará el proyecto de Ley que modifica artículos de la Ley Orgánica de la Policía Nacional, y da atribuciones a las fuerzas de seguridad para que detengan a las personas sin flagrancia ni orden judicial, solo con la presunción de un delito. Senado rechazó el artículo y ahora la Cámara Baja decidirá si se allana o se ratifica en su redacción.
ASUNCIÓN.- La Constitución Nacional establece que solamente hay dos vías para detener a una persona, ser descubierta en flagrante delito, o con una orden judicial. El proyecto que modifica artículos de la ley policial agrega una tercera, cuando hay indicios que hablen de la posibilidad de la existencia de un delito, o sea, la sospecha de que la persona ha cometido un hecho punible.
Este proyecto se inició en Diputados, con el artículo redactado de esta manera. Pero cuando llegó al Senado estalló el escándalo y los legisladores rechazaron esta tercera posibilidad, dejando solamente las dos permitidas por la Constitución. Ahora, serán nuevamente los diputados los que tendrán el proyecto en sus manos; para ratificarse e insistir en la tercera vía, necesitarán mayoría absoluta de votos (41). Si no la logran, la ley quedará sancionada en la versión Senado.
En el supuesto de que se ratifiquen, volverá a la Cámara Alta, que, para ratificarse en el rechazo a esa tercera posibilidad, necesitará mayoría absoluta de dos tercios de votos (30). Caso contrario, quedará con la versión Diputados.
Lo que dicen los diputados y había confirmado el jurista Jorge Vasconsellos, es que esta tercera vía no es ninguna novedad porque hace 19 años figura en el Código Procesal Penal y, aunque sea inconstitucional, nadie ha recurrido ante la Corte a fin de eliminarla. Así que, al ratificarse en su redacción, la Cámara Baja lo único que hará será confirmar lo que ya está dispuesto en el CPP.
Vasconsellos, en su momento, había lamentado que, al empezar a estudiar este proyecto, los diputados no hayan aprovechado la ocasión para modificar el artículo del código a fin de adaptarlo a la Constitución; por el contrario, lo que hicieron fue avalar la violación a la Constitución. Y tenía razón ya que la instancia adecuada para modificar la norma vigente y eliminar su inconstitucionalidad es precisamente alguna de las cámaras del Congreso.
