ADN Digital
Artículos relacionados
Dos paraguayos, Fabián González y Leonela Ayala, fueron detenidos luego de que el primero de los citados confesara que asesinaron a una niña de 10 años de edad, sobrina de ambos. Hasta el momento las autoridades siguen trabajando para determinar el trasfondo del crimen. La mujer negó hasta el último momento el hecho e incluso culpó a la madre de la pequeña. La sindicada participó de varios programas televisivos internacionales, donde aseguró que estaba ansiosa por volver a ver a la nena, pues en un principio se la tenía solamente como desaparecida. Horas después terminó presa.
BUENOS AIRES, Argentina.- La pequeña estaba desaparecida desde el domingo último. En la oportunidad, estaba con su madre en la casa, cuando en un momento dado, una persona, mayor de edad, le llamó por su nombre. La mamá sostuvo que escuchó a su hija diciendo tía y esa fue la última vez que la vio.
Fabián González confesó que él y Leonela se encargaron de quitarle la vida. Luego, la Policía Bonaerense allanó la casa de los tíos de Sheila. Ante la señal de un perro rastreador, se revisó un fondo entre doble paredes donde había una gran cantidad de basuras. Allí, se encontró la bolsa con los restos de la nena.
Con anterioridad le buscaron a Sheila casa por casa, en la zona donde vivía. Del operativo participaron más de 150 efectivos de distintas reparticiones policiales. Canes de rastreo y buzos tácticos fueron quienes reforzaron la búsqueda del último día, pero sin resultados.
Después de cuatro días de su desaparición, fue encontrado su cuerpo el jueves, dentro de la bolsa negra atada, en el fondo de un predio de San Miguel, localidad de Buenos Aires.
González estuvo preso por un robo con armas que cometió en el año 2013, mientras que Ayala es hermana de la madre de Sheila.
La denuncia se presentó el mismo día de la desaparición y, desde entonces, intervinieron la Comisaría Tercera de San Miguel y la Unidad Fiscal 20 Descentralizada de Malvinas Argentinas.
En la investigación del caso se hicieron varios allanamientos y participaron en el operativo tanto agentes de Gendarmería como de la Policía, pero todo fue infructuoso. Los lugareños sindicaron a la progenitora como la principal sospechosa de la desaparición de su hija, hasta que finalmente se confirmó lo peor.
“Nosotros creemos que hay una deuda de droga y por eso la secuestraron. No sabemos si ella consume o no”. “La estrategia de mostrarse absolutamente ajena a lo sucedido, el jueves por la tarde también se animó a señalar sospechosos: “Le tengo desconfianza a la familia de la mamá” aseguró al referirse a la madre de Sheila, durante una entrevista que le hicieron. Horas más tarde fue detenida como autora del crimen.
