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El dueño del diario ABC Color, Aldo Zuccolillo, está tan involucrado en la campaña del presidenciable de la disidencia colorada Mario Abdo Benítez, que le cedió su avión particular, con el que el político se traslada al interior del país para realizar sus actividades proselitistas. Lo que no sabemos es cuánto le costará a Marito tanta generosidad “desinteresada”.
ASUNCIÓN.- Hay gente que dice que parece imposible que Zuccolillo y Abdo Benítez hayan podido hacer un pacto debido al origen de este último, que proviene del stronismo, habida cuenta del rechazo que el dueño de ABC siempre tuvo hacia el dictador. Pero esto es falso. Acero y Stroessner fueron amigos y socios durante gran parte de la dictadura, y rompieron relaciones cuando fracasaron algunos negocios que tenían en común, así que no es para nada raro que el empresario esté dispuesto de nuevo a transar con un heredero del antiguo régimen.
Además, hace rato que se sabe que Acero es un ídolo con pies de barro y que toda esa campaña permanente de su diario, defensor de la verdad, la libertad y la igualdad de oportunidades no es más que un bluf detrás del que se esconden las ambiciones desmedidas de poder y más dinero del viejo empresario.
Hace mucho que Zuccolillo se juega, no por Abdo Benítez, sino por la idea de que el presidente Horacio Cartes pierda todo poder a partir del 2018. Fue quien encabezó la lucha en contra de la reelección vía enmienda, para lo cual sus peones fueron el mismo líder de Colorado Añetete y Efraín Alegre, y le salió la jugada.
El problema es que Cartes no quedó cruzado de brazos y eligió a un candidato que –contra el pronóstico de Acero- avanza rápidamente hacia la victoria. Cuando vio esto y los números reales de las encuestas –no las que publica su diario- le dijeron que si seguía apostando por Abdo Benítez iba a perder, decidió tentar al intendente Mario Ferreiro, prometiéndole la unidad de la oposición en torno a su candidatura.
Pero no hubo caso, Ferreiro no se dejó tentar. Así que ahora volvió por sus fueros y decidió continuar el apoyo a Marito, el único que –él piensa- puede salvarle de la debacle por otros 5 años más.
Por de pronto sabemos que Marito hace campaña en el avión de Acero. Quién sabe qué otras cosas le estará dando. Lo que nos preguntamos es cuál es el precio que el presidenciable deberá pagar en el supuesto e improbable caso de que llegara a ganar las internas primero y las generales después.
