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Ha sido sin duda uno de los más duros contrastes de la selección, desde que se juegan las eliminatorias. Pero más allá de lo doloroso del 4-0 final (2 de Cavani, Rodríguez y Suárez, de penal), los resultados que se dieron nos permiten soñando con la clasificación, sobre todo si logramos ganar todos los partidos que nos restan jugar de local.
MONTEVIDEO.- Además de la lluvia y el frío, la noche su hizo muy negra, futbolísticamente hablando, para la querida Albirroja. Ya apenas comenzado el partido se vio claramente lo que ocurriría en toda la primera etapa: un equipo uruguayo lanzado masivamente al ataque, el intento de los nuestros por contener el aluvión en la búsqueda infructuosa de un contragolpe que nunca llegó. Como tampoco pudimos tener la pelota más que unos pocos segundos, para volver a encontrar al once charrúa de nuevo en plena función ofensiva.
Pero, caramba, hay que entender que enfrente estaba una selección con historia y muchos glorias, y con media docena de jugadores de primerísimo nivel, y con enormes deseos de demostrar que lo que pasó en Mendoza unos días atrás, no era la realidad. No vamos a hablar de Suárez ni de Cavani, porque son demasiado conocidos. Pero los dos centrales, Giménez y Godín son del Atlético Madrid, Gastón Ramírez mostró un llamativo talento para la mitad de la cancha y “Cebolla” Rodríguez, cooperando con él, hasta tuvo tiempo de hacer un gol.
La albirroja se vio superada por los pelotazos a espaldas de los laterales, por donde subían a gusto y paladar Corujo y Silva convirtiendo el ataque uruguayo en un torbellino. Quiso salir Candia y perdió con Corujo. Un toque a la punta derecha para Suárez que supera la embestida de Da Silva, lanza el centro y aparece Cavani para tocar la pelota suavemente para horadar la defensa de Barreto. Y después el córner de Gastón Ramírez y el cabezazo de Rodríguez en el corazón del área ante una azorada defensa. Y de yapa vino el penal, ya sobre la hora del primer tiempo, anotado por Suárez para cerrar con un 3 a 0 una olvidable primera etapa.
El ingreso de Federico Santander por Lezcano fue para intentar la patriada. Pero ni buen había comenzado la etapa final cuando llegó el cuarto, después de una jugada genial de Suárez que le entregó la pelota, por arriba, a Cavani como diciéndole “toma y mete”. Y así fue. El resto de la etapa fue como una tortura, ya que cada ataque uruguayo parecía premonitorio del quinto gol, en tanto que ni la entrada de Miguel Almirón y marcos Riveros tuvieron repercusión en el marcador, aunque el juego mejoró algo.
Felizmente tampoco los uruguayos tuvieron la fortuna y la puntería como para ampliar el marcador, y supieron manejar el partido para llegar al final con absoluta comodidad y con la gran satisfacción de haber recuperado la punta de la tabla de posiciones. Ojalá que este baño de humildad sirva para que podamos levantar cabeza y que en los encuentros que restan, sobre todo los de local, acumulemos los puntos necesarios como para hacer realidad el sueño de la clasificación.
DETALLES DE LA JORNADA
Estadio: Centenario de Montevideo. Arbitro: Wilton Sampaio. Asistentes: Kleber Gil y Bruno Boschilia, de Brasil. Goles: PT, 17’ Cavani; 41’ Rodríguez y 45’ Suárez de Penal. ST: 8’ Cavani. Amonestados: José M. Giménez (U), Pablo Aguilar (P).
URUGUAY: Néstor Fernando Muslera; Mathías Corujo, José María Giménez, Diego Roberto Godín, Gastón Silva; Carlos Sánchez, Egidio Arévalo Ríos, Cristian Rodríguez; Gastón Ramírez (Alvaro Pereira), Edinson Cavani (71′ Cristian Stuani), Luis Suárez (75′ Abel Hernández). DT: Óscar Washington Tabárez.
PARAGUAY: Diego Barreto; Jorge Moreira, Paulo César Da Silva, Pablo César Aguilar, Salustiano Candia; Víctor Ayala (Miguel Almirón), Cristian Riveros, Néstor Ortigoza (Marcos Riveros), Oscar Romero; Ángel Romero, Darío Lezcano ST: (Santander). DT: Francisco Arce.
