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ASUNCIÓN.- Las previsiones del Banco Mundial (BM) apuntan para este año 2017 a un crecimiento del 0,8% de América Latina y el Caribe impulsado por un proceso marcado por la reacción macro de Brasil y Argentina por salir de la recesión. Esta fuerza moverá a los países exportadores de productos básicos, bienes agrícolas y energía; entre ellos Paraguay. Esta progresión obligará a la autoridad económica –Banco Central del Paraguay y Ministerio de Hacienda- a una nueva revisión de los porcentuales de crecimiento, que para este año se estima cerraría entre 3,8% y 4%.
Los datos oficiales de crecimiento, de un 3,8% fueron corroborados por organismos multilaterales –BM, FMI y Cepal- y destacan que será a finales del presente ejercicio pasará a ocupar la segunda posición con mayor crecimiento de Sudamérica. Las últimas estimaciones divulgadas fueron apuntadas por el “Panorama económico y social de América Latina y el Caribe”, y destaca que será Perú el país con mejor panorama con un crecimiento del 4,0%.
El análisis del BM prevé que “a finales de este año inicien un proceso de salida de la recesión que presionará hacia arriba los precios de productos básicos que favorecerán a los países exportadores de bienes agrícolas, y energía”.
Según las previsiones, Brasil se expandirá un 0,3 % en 2017 y alcanzará una tasa del 1,8 % en 2018, mientras que el crecimiento en Argentina aumentará a un ritmo del 2,7 % este año.
Los datos recientes sugieren que la economía regional se está estabilizando después de dos años de la contracción, se espera que la recuperación sea moderada a corto plazo.
Sigue siendo el lento avance de lucha contra la pobreza la principal preocupación del Banco Mundial. A propósito Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial destacó que “Durante demasiado tiempo, hemos visto cómo los bajos niveles de crecimiento impedían el avance en la lucha contra la pobreza, por lo que resulta alentador observar indicios de que la economía mundial está cobrando solidez”.
En relación a Paraguay, el BM destaca en su informe que “se han logrado avances en el frente social, con una serie de reformas en este ámbito, que incluyen el acceso gratuito a la atención primaria de salud y la educación básica y la expansión de los programas de transferencias condicionadas para beneficiar a las poblaciones vulnerables. Sin embargo, los altos niveles de pobreza y desigualdad siguen siendo problemas importantes para el desarrollo”.
