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TIJUANA, México – Militares estadounidenses reforzaron ayer martes la seguridad en dos de sus más importantes pasos fronterizos, colindantes con la ciudad mexicana Tijuana, a través de los que cientos de migrantes centroamericanos que salieron hace un mes desde Honduras buscan entrar para solicitar asilo en ese país.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por su sigla en inglés) cerró algunos carriles de acceso vehicular que conectan con la ciudad de San Diego, California, mientras efectivos castrenses instalaban equipos de seguridad al considerar la llegada de estos grupos como un “riesgo potencial”.
“El personal del Departamento de Defensa está instalando cables de concertina (púas) y colocando previamente las barreras (de seguridad), barricadas y cercas”, dijo el CBP en un comunicado.
Desde que la multitudinaria caravana inició el 13 de octubre el gobierno de Estados Unidos ha implementado medidas para endurecer tanto sus políticas migratorias como la seguridad en su frontera sur, adonde envió miles de soldados.
A pesar de las disposiciones, unos 400 migrantes llegaron a la zona el martes para solicitar asilo en Estados Unidos. Grupos más grandes continuarían llegando en los próximos días, dijeron organizaciones de derechos humanos.
