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Los argumentos que encuentra Efraín Alegre para atacar al presidente Horacio Cartes parecen interminables. Ahora lo acusa de ser stronista por reunirse con jóvenes estudiantes, como si el presidente de un país no tuviera derecho a entrar en contacto con su pueblo. Nos espera un largo e irracional proselitismo por parte del titular del PLRA, que ya se imagina sentado en el Palacio de López.
ASUNCIÓN.- Según el eterno candidato a la Presidencia de la República, Cartes utiliza al Ministerio de Educación para manipular a los jóvenes e imponerles su proyecto político, tal como lo hiciera el dictador Alfredo Stroessner.
Resulta que la semana pasada, Cartes, junto con el ministro del MEC, Enrique Riera, se reunió con estudiantes en lo que –según el liberal- resultó una reunión política, similar a las que hacía el dictador. Lo que no tuvo en cuenta es que Stroessner jamás fue junto a nadie, ni joven ni anciano, sino que exigía que éstos vinieran junto a él.
A Alegre le bastó esta reunión para asegurar que el MEC es una seccional grande, utilizada por Cartes para promocionar su proyecto político y hacer proselitismo a costa de los estudiantes.
Acusó que Cartes y Riera estuvieron “en una actividad del Ministerio con jóvenes, convirtieron en un acto político para recordar que el stronismo sigue vigente en Paraguay”.
Dijo que el encuentro con los jóvenes se realizó “dentro del marco de la ideología política de utilizar este Ministerio al servicio de proyectos políticos, muy parecido al stronismo y todo para buscar la reelección de Cartes. Todo este espectáculo es (para) buscar la reelección de Cartes”.
Una de las obligaciones fundamentales de un jefe de Estado es estar cerca de su pueblo y fue justamente eso lo que hizo Cartes cuando participó del encuentro con jóvenes. Resulta absurdo acusarlo de realizar proselitismo, aunque imaginamos que es lo que hará Alegre durante estos casi 2 años que faltan para las elecciones generales de 2018.
Si hay algo que el presidente del PLRA tiene muy claro es que permitir la reelección sería darle un golpe de gracia a su candidatura ya que jamás podría vencer a Cartes o Fernando Lugo.
