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ASUNCIÓN.- El presidente del PLRA, Efraín Alegre, sigue empecinado en llevar a su partido al abismo. Ciego, sordo y mudo a las señales claras que le indican que ha perdido el camino, insiste en desobedecer, incluso, a la Corte Suprema de Justicia. Su elección fue uno de los peores errores cometidos por los liberales en las últimas décadas.
Alegre está cada vez más solo contra el mundo. En este momento, apenas le rodea un grupo de acólitos, tan descontrolados e intolerantes como él mismo, lo que lo vuelve mucho más peligroso que antes, ya que la desesperación al ver cómo se evaporan sus posibilidades de llegar a la Presidencia de la República le hace tomar decisiones que dañan cada vez más a su partido.
Cuando decidió que los senadores que apoyaron el proyecto de enmienda sean inhabilitados para postularse a cargos electivos por el partido durante un año, sabía muy bien lo que hacía, puesto que con ello dejaba en offside a políticos de trayectoria como Blas Llano y Julio César Franco, por mencionar solo a 2 de ellos. De confirmarse por la Justicia Electoral y la Corte Suprema de Justicia este castigo, el camino de los efrainistas hacia el Congreso hubiera sido mucho más sencillo.
Pero he aquí que el Tribunal Superior de Justicia Electoral primero y la Corte Suprema de Justicia después, ambas instituciones decidieron rechazar la posibilidad de que los senadores fueran castigados al recordar que la Constitución afirma, categóricamente, que los legisladores no están sujetos a mandatos de ninguna clase.
Esta resolución también afectó al Partido Colorado, puesto que los disidentes habían recurrido a la Justicia para liberarse del mandato de la convención, que los obligaba a votar a favor de la reelección presidencial vía enmienda. Pero en este caso, el golpe no fue duro, puesto que ya el mismo presidente de la Junta de Gobierno, Pedro Alliana, había anunciado su intención de convocar nuevamente a los convencionales para eliminar este mandato y liberar a sus correligionarios de Colorado Añeteté. Por lo tanto, la decisión de la Corte lo único que hizo fue adelantar los hechos.
Pero Efraín y su escudero Luis Alberto Wagner no quieren saber nada de ninguna decisión judicial que vaya en contra de sus deseos. Así que ellos seguirán con la intención de suspender a los llanistas, violando las resoluciones y normas legales que les molesten.
