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El mandato del Tribunal de Conducta del PLRA vence en enero del año próximo. Sin embargo, el presidente del Directorio, Efraín Alegre, está planeando cambiar a sus miembros ya ahora, a fin de tener la mayoría en dicho colegiado, según lo denunció el diputado Jorge Ávalos Mariño, quien amenazó con recurrir a la Justicia en caso de concretarse la amenaza.
ASUNCIÓN.- Una de las tantas cuestiones de las que parece carecer Alegre es de un espíritu democrático. Como no puede tener mayoría en el Directorio, en donde una alianza entre los movimientos de Blas Llano y Salyn Buzarquis lo deja en franca minoría, ahora pretende copar una de las instituciones básicas para el funcionamiento del PLRA, el Tribunal de Conducta.
Resulta que el mandato del mismo, que dura 5 años, vence recién a inicios del año próximo según lo resolvió la convención partidaria. Sin embargo, Alegre quiere cambiar ahora a sus miembros, para lo cual convocó a una reunión días atrás en Coronel Oviedo.
Esto lo denunció el diputado liberal Ávalos Mariño, quien aseguró que los movimientos opositores a Alegre no le permitirán que se salga con la suya y están dispuestos a recurrir a la Justicia para evitarlo.
El movimiento que maneje el TC –que, en realidad, debiera ser independiente- puede imponer su criterio en cuanto a juzgamiento, castigo e, incluso, expulsión de algunos miembros que no obedezcan las directivas partidarias.
A Alegre le interesa mucho la idea de manejar al tribunal, puesto que ha logrado que el directorio apoye la férrea oposición a cualquier intento de reelección que pudiera surgir del oficialismo colorado y que pudiera tratarse en el Congreso. Aunque para algunos este rechazo pudiera obedecer a una cuestión ideológica, para Efraín es lisa y llanamente la conveniencia de no tener como competidores en las elecciones generales a figuras tan fuertes como el presidente Horacio Cartes y los expresidentes Fernando Lugo y Nicanor Duarte Frutos.
Cuando consiguió que el Directorio apruebe el rechazo a la reelección, el mismo ya dijo que los legisladores que votaran en contra de esta decisión serían expulsados del partido. Esto le sería mucho más fácil de lograr si tiene en su poder a los miembros del Tribunal de Conducta, algo que por ahora no ocurre.
