Inicio / La visión de ADN / El “abracadabra” de los colorados

El “abracadabra” de los colorados

Pareciera que en la ANR comenzará a primar la razón y que exponentes del oficialismo y la disidencia, hoy duramente enfrentados, estarían dispuestos a enfundar las hachas de guerra y acercar posiciones, ya con miras a las elecciones generales del 2018. Y es que resulta una obviedad, solo desconocida por necios, que el coloradismo, dividido, solo perfila derrotas en el horizonte. Pero no solo es una necesidad a futuro. Desde hace más de un año que se plantea un problema muy serio en el Senado, en donde proyectos del Ejecutivo son rechazados sin más ni más, resultando perjudicado no solo éste, sino la ciudadanía toda, como ocurrió recientemente con el crédito del Banco Interamericano de Desarrollo.

La reunión celebrada el pasado sábado en Mburuvicha Róga, de la que tomaron parte el presidente Horacio Cartes y el senador Juan Carlos Galaverna, fue la patada inicial de un partido que no estará exento de escollos, pues con certeza se pondrán sobre la meza una serie de temas  “grosos”. Desde la acción de inconstitucionalidad promovida por senadores oficialistas para que el senador Enrique Bacchetta no asuma como miembro del Consejo de la Magistratura y el cambio de actitud de los disidentes en la Cámara Alta, pasando por la composición de la Comisión Ejecutiva de la ANR  hasta, desde luego, la reelección, que a su vez abre el debate sobre quiénes integrarán la “chapa”, según se proceda o no a la reforma de la Constitución.

Dado el nivel de las hostilidades del presente, la iniciativa “dialoguista” es una buena nueva para los republicanos, presas del  pánico cuando piensan en el fantasma del 2008, que les mandó a la cuneta por cinco años y que podían haber sido muchos más, si no irrumpía la figura de Cartes.

Yendo a los temas más urticantes, el de la reelección es uno de singular importancia. Si ésta prosperase, como pretenden los presidentes de seccionales del Departamento Central, a los que se sumarán próximamente los de Asunción y Alto Paraná, por el momento, está claro que HC será precandidato. Pero para ello serán cruciales los votos de los senadores disidentes, quienes verían esfumarse las chances de que Mario Abdo Benítez, “Marito”, sea quien represente al partido en las generales. Y si no se instituye la figura de la reelección, porque no es de interés de HC o porque no se reúnen los votos necesarios, viene un segundo capítulo, pues todo indica que de las filas del oficialismo surgirá algún precandidato para enfrentar al hijo de quien fuera secretario privado de Stroessner, entre quienes se menciona a Enrique Riera, actual ministro de Educación y Cultura.

De avanzar las negociaciones, lo que implicaría  bajar los “decibeles” de los enfrentamientos actuales, el desafío que tienen los colorados es como ir a unas internas de las cuales su partido no salga fracturado, causa principal de la derrota a manos de Fernando Lugo.

La respuesta tal vez sea superar algo atávico en la política paraguaya, que es la intolerancia y, sobre todo, que las mayorías aplastan a las minorías, en lugar de incluirlas, como sí lo hicieron en circunstancias absolutamente más críticas. Tal es el caso de los comicios del 98, cuando Raúl Cubas asumió la candidatura presidencial al quedar inhabilitado Lino Oviedo y, para la Vicepresidencia, lo hizo nada más y nada menos que Luis María Argaña, obteniendo juntos el 55% de los votos.

Dicho en otros términos, se podría pensar, por qué no, en que tras las internas se integren fórmulas tipo HC-“Marito”, o “Riera-“Marito” o viceversa, según el veredicto de las urnas.

Lo cierto es que una ANR divida tiene pocas chances, por no decir nulas. Y por el contrario, “la unidad, es el abracadabra del coloradismo”, es el acto de magia para retener el poder político, al decir del Dr. Argaña.

Commentarios

comentarios

Mira también

Nunca es tarde

Fue en una conversación casual entre amigos, en estos días calurosos de finde. Por supuesto …