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ASUNCIÓN.- La manifestación campesina en la capital del país, que va por su segunda semana, tiene diferentes aristas, por un lado están sus reclamos que van de condonación de deudas, declaración de emergencia productiva, hasta subsidio, y por otro la abierta violación de la Constitución Nacional. De esta forma, el derecho a manifestarse se transforma en el calvario de los asuncenos. El abuso de un derecho se traduce en el atropello aterceros, a quienes les impidentransitar libremente; un derecho también garantizado por la Carga Magna.
Hay que tener en cuenta que la CN establece en su artículo 32, sobre la libertad de reunión y de manifestación, “que las personas tienen derecho a reunirse y a manifestarse pacíficamente, sin armas y con fines lícitos, sin necesidad de permiso, así como el derecho a no ser obligadas a participar de tales actos. Y además dice que la ley sólo podrá reglamentar su ejercicio en lugares de tránsito público, en horarios determinados, preservando derechos de terceros y el orden público establecido en la ley”.
Sin embargo, también en Art. 41, del derecho al tránsito y a la residencia. Dice que, “… Los habitantes pueden transitar libremente por el territorio nacional…”.
Hoy se cumplen 8 días de la marcha campesina en Asunción, y sus protagonistas a diario pisotean la Constitución, ya que impiden el libre tránsito de las personas, cerrando las calles y en forma belicosa, con palos amenazan a los transeúntes y automovilistas.
Hasta ahora, los representantes de la Justicia, en especial la Fiscalía, se convirtieron en ciego y mudo espectador de estos lamentables hechos. No hace falta ninguna denuncia, sencillamente de oficio podrían intervenir y procesar a los responsables de estos atropellos a la Constitución Nacional.
