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El nivel del río Paraguay bajó cuatro centímetros después de varios días de intensa crecida, lo cual trajo esperanza a unas 50.000 personas que han dejado sus viviendas en Asunción. En Alberdi, donde los pobladores viven en zozobra por el avance de las aguas, el cauce se mantiene estacionado en 9,80. En tanto, en Pilar el río subió ayer solo 1 cm muy por debajo de los niveles anteriores que eran de 3 a 4 cm diarios. La SEN prepara una segunda tanda de ayuda a los damnificados del Chaco, Ñeembucú, y en la capital del país.
ASUNCIÓN.- “El descenso es una señal de estabilización. Tal vez pueda crecer un poco más, pero la tendencia es a la baja”, dijo el experto hidrólogo Nelson Pérez.
En las costas de Asunción, el río Paraguay bajó cuatro centímetros este domingo de 7,54 metros, quedó en 7,50 m, es decir, 50 centímetros menos del nivel que se considera “desastre” ambiental. Este descenso trae un poco de esperanza a las miles de familias desplazadas por la riada.
“La persistencia de lluvias hasta el fin de semana pueden incidir, pero cada vez menos”, agregó el subdirector de la Dirección de Meteorología, Eduardo Mingo.
Los expertos aseguran que el cauce ya no llegará a la “cota de desastre”, fijada en ocho metros en la capital del país.
Alrededor de 50.000 personas afectadas por las inundaciones fueron reubicadas en albergues temporales habilitados en plazas, parques e incluso en las calzadas de los barrios capitalinos.
Por otra parte, en la ciudad de Alberdi, de 10.000 habitantes, que está protegida por un muro de contención, los pobladores también están preocupados por el avance de las aguas, que no solo pone en riesgo el dique, sino también ha colapsado los caminos de acceso a la pequeña localidad.
Los lugareños, dedicados al comercio fronterizo, combaten el aislamiento con lanchas y botes a motor o a remo. Si bien preocupa la creciente, el muro de Alberdi tiene 10 metros de altura y soporta hasta los 12 m de aluvión. “Alberdi no está inundada en general salvo en algunos lugares debido a las lluvias”, dijo el hidrólogo Pérez.
En Pilar, se mantiene la alerta amarilla ya que el cauce aún no alcanzó el nivel crítico que es de 9 m. Ayer, subió 1 cm y llegó a la cota de 8,92 m. Igualmente, continúan los trabajos para reforzar el muro, sobre todo en las zonas donde se registran filtraciones.
El gerente de Pronósticos Hidrológicos, Alejandro Máx Pasten, afirmó que en la primera quincena de junio en todas las estaciones ribereñas del río estarán llegando a su pico máximo. “Posterior a ello iniciaría el descenso y este comportamiento se daría de acuerdo a las zonas en algunas más rápido que otras”, sostuvo.
La Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) está preparando una segunda tanda de entrega de víveres a las familias afectadas de Ñeembucú, Chaco y en la capital del país. Pese a la cantidad de damnificados, en su mayoría en Asunción, las autoridades enfocarán la asistencia hacia las poblaciones aisladas de la región chaqueña.
