ASUNCIÓN.- Parece haberse vuelto costumbre que el diario de Aldo Zuccolillo baile con la más fea, siempre y cuando eso beneficie los negocios del patrón. Ya lo hizo en la época de Lino Oviedo, cuando alevosamente tomó partido a favor del mesiánico militar, aunque todas las pruebas lo señalaban como el autor moral del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña.
Lo volvió a hacer en el proceso que generó el proyecto de enmienda constitucional, cuando manipuló la información de tal manera que logró un estado de confusión y crispación casi general, alentando siempre el enfrentamiento entre ciudadanos, demostrando el poco interés que le genera el bienestar de la gente.
Y lo está haciendo de nuevo ahora, cuando el grupete del cual se volvió vocero –o viceversa- perdió la mayoría en las cámaras del Congreso y no pudo impedir que se aprobaran cambios generados dentro del proceso legal y constitucional. Otra vez los grandes titulares denunciando sesiones “mau” o procedimientos inconstitucionales vuelven a generar confusión en la opinión pública, o por lo menos en ese sector que todavía no termina de entender que ABC es un reflejo de su dueño, cínico y manipulador, sin ningún interés en el país y su población