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ASUNCIÓN.– Uno de los más fervientes defensores de la destitución del contralor García fue Enrique Riera, quien criticó la soberbia de las declaraciones del ahora exfuncionario. “En los pasillos se hacen cálculos. Si hay votos nos quedamos, sino nos retiramos. Lo que vamos a hacer es que aumente la oferta, más direcciones, más blanqueos (…) No se van a mover los votos por convicciones, sino por conveniencia. Creyendo que el país no está viendo este juicio, que no van a ser interpelados, que por un carguito van a evitar el escarnio público. Seguimos jugando con la paciencia de la gente”, afirmó.
Añadió que García “está cuestionado en todas las funciones que desempeñó. Ha hecho arreglos, ha chantajeado. Y nosotros callados, a cuenta de qué, amparados en fueros. La corrupción no tiene colores; todos los que no puedan explicar lo que tienen en el bolsillo o en su casa, se tienen que ir”.
Respondiendo a la defensa, que dijo que la carga de la prueba estaba en los fiscales, Riera dijo que “en el caso de los funcionarios públicos, aunque parezca una herejía jurídica, se invierte la carga. Todos somos culpables hasta que se demuestre lo contrario”.
“La gente se va a enterar quién tiene beneficios. Por qué un sector del Partido Liberal le defiende y otros le atacan. Y por qué hoy los colorados estamos a favor de la destitución, y una parte no, porque probablemente no están consiguiendo lo que quieren. Nadie cree que el señor García es honesto y desempeña su trabajo. Quién nos tiene que controlar. Con qué autoridad moral nos va a controlar alguien que está cuestionado con hechos. Cómo se puede explicar que tenga propiedad de dos millones de dólares, y todavía estamos dudando porque estamos calculando, cuántos votos tiene, se salva, no se salva”, manifestó el legislador colorado.
Dijo que “limpiemos la cloaca de una vez por todas. Jueces, funcionarios corruptos se tienen que ir. Esa eterna paciencia de los paraguayos se va a acabar. Que se le ponga nombre y apellido a los que defienden a los corruptos. La corrupción debe ser una causa nacional. El señor García se tiene que ir, ya no sirven los discursos, hay que enviar señales claras”.
