MOSCÚ – Los vehículos submarinos no tripulados de nueva generación serán capaces de operar a grandes profundidades y podrán desempeñar una amplia gama de tareas.
Entre los factores principales en favor de este tipo de tecnologías está la respuesta que podrían proporcionar ante situaciones de emergencia o accidentes marítimos.
El tiempo de reacción de los buques de rescate cercanos y la imposibilidad de conocer la zona submarina en la que se ha producido el siniestro son principales inconvenientes a los que se enfrentan los operativos de rescate.
Por eso los proyectos de vehículos submarinos siempre se diseñan con dos metas primordiales: la recopilación de datos y la capacidad de operar activamente bajo la superficie.
Mientras los diseños de sumergibles tripulados han avanzado considerablemente desde que empezaron a desarrollarse, la tendencia se ha trasladado ahora hacia el diseño y la construcción de aparatos autónomos, capaces de realizar tareas sin la participación del hombre.
Pero los nuevos aparatos no se limitarán a socorrer y recopilar datos. Zvezda enumera una lista de funciones que podrán cumplir los drones submarinos, entre ellas la inspección de cables y gasoductos marítimos, la exploración del fondo marino y hasta la predicción de calamidades o catástrofes.
Por ejemplo, “con unos indicadores especiales, hubiera sido posible predecir el tsunami que provocó la catástrofe de Fukushima en Japón”, escribe la edición.