Francisco de Vargas, ministro del Interior.
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El juicio político como herramienta del “chaque”

Diputados liberales quieren someter a juicio político al ministro del Interior, Francisco de Vargas, quien se suma a una larga lista de autoridades que tienen a las cámaras del Congreso como una espada de Damocles siempre a punto de caerles sobre las cabezas. Una herramienta constitucional es utilizada por los legisladores como método de chantaje en algunos casos y de chaque en otros.

ASUNCIÓN.- Según el diputado liberal Jorge Ávalos Mariño, líder de la bancada del PLRA, mañana se reunirán las bancadas de la oposición para decidir si presentan un pedido formal de juicio político a de Vargas, quien desde el atentado de la semana pasada, en donde 8 militares resultaron asesinados por el EPP, está en el centro de la tormenta.

Dijo aún más, que varios están decididos a presentarlo, a pesar de que saben bien que no tendrán votos para llevarlo adelante, como una cuestión testimonial o una soberana nueva manera de perder el tiempo.

En lo que tiene razón Ávalos Mariño es en que no tendrán los votos exigidos por la Constitución (mayoría absoluta) para que la Cámara de Diputados apruebe el libelo acusatorio en contra del funcionario, a fin de que, luego, el Senado lo juzgue. Y esto se debe sencillamente a que el oficialismo colorado tiene mayoría propia y sus miembros ya han ratificado su apoyo al manejo de la política de seguridad del presidente Cartes.

Hasta hace unos años, una amenaza de juicio político era preocupante para quien estaba en el ojo de los legisladores. Fernando Lugo fue condenado y separado de la Presidencia de la República; el excontralor y la exsubcontralora renunciaron el mismo día en que iban a ser condenados por el Senado.

Pero desde entonces, esto se convirtió en un chiste. Hace un año y medio que Diputados acusó a 3 ministros de la Corte y a uno de ellos el Senado intenta juzgar desde hace 4 meses. Para colmo, ahora amenazan con juzgar a los demás integrantes de la Corte como si ya no hubiera quedado demostrado hasta el hartazgo que son incapaces de hacerlo.

Otro caso que no podemos olvidar es el de los 3 miembros del Tribunal Superior de Justicia Electoral. Las pruebas de corrupción en contra de los mismos son aplastantes. Nadie en su sano juicio y con un mínimo sentido de la decencia podría permitir que estos badulaques continúen al frente de la institución que tiene a su cargo la organización y el juzgamiento de las elecciones de nuestro país. Pero, si bien hablaron durante un tiempo del tema, pronto los legisladores lo olvidaron y cerraron los ojos ante tanta evidencia.

El juicio político ha dejado de ser una herramienta constitucional que pueda garantizar el buen ejercicio de funciones de quienes ocupan altos cargos públicos. Ahora sirve para el chantaje o el chaque.

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