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CIUDAD DEL ESTE.- Con visibles alteraciones profundas en su percepción de la realidad política del país y olvidándose de que fue bautizado por los afiliados del Partido Colorado como “el Mariscal de la derrota”, el expresidente de la República y hoy candidato a senador por el movimiento Progresista Colorado, una vez más, utilizó su mejor verborragia en un intento de descalificar al gobierno del presidente Horacio Cartes.
El exmandatario estuvo este viernes por Ciudad del Este y a su paso tampoco se guardó descalificativos para el precandidato a la presidencia de la República por el movimiento Honor Colorado (HC), Santiago Peña.
Duarte Frutos ponderó los logros obtenidos durante su gestión al frente de la primera magistratura y en un intento de denigrar al actual gobierno, se le obnubiló la mente al punto de olvidarse que su obsesión desmedida por el poder, hizo que su administración presidencial se haya deteriorado rápidamente, al punto de llevarlo al patio trasero de la política por muchos años, al que de nuevo se expone, de seguir con su permanente e innecesaria actitud agresiva.
“La oposición interna tendrá que desarrollar un discurso y deberá construir un lenguaje político que genere esperanzas y que sea un modelo totalmente distinto, radicalmente opuesto a todo este modelo cartista”, sostuvo en conferencia de prensa el hoy precandidato a senador. Sin embargo, el mismo “lenguaje de esperanza” que exige el exmandatario, es del que carece, teniendo en cuenta que no pierde su tiempo para instalar el odio entre paraguayo y la división de clase, al manifestar que este gobierno representa a un “modelo económico empresarial”.
Entre las incoherencias manifestadas por Duarte Frutos, se pudo escuchar en la conferencia de prensa, que el movimiento que encabeza no se presenta “para pactar en base al dinero, no estamos acá para subastar bancas”, había expresado Nicanor Duarte Frutos, dejando al desnudo, que su postura está cargada de mentiras, debido al caudal económico que actualmente ostenta, posición con el que no contaba antes de llegar a la primera magistratura.
