WASHINGTON.- Un astrofísico profesional y un astrónomo aficionado se han unido para revelar detalles sorprendentes sobre el fenómeno de los púlsares binarios, que se componen de una estrella ordinaria y un púlsar, una estrella de neutrones que emite mucha radiación y, por este motivo, es una de las más brillantes del cielo.
El púlsar se comporta como un devorador que consume a la estrella, como un ‘vampiro’ que absorbe el gas que emite su compañera. A medida que el púlsar gana masa, este pequeño ‘vampiro’ también gana impulso angular y empieza a girar más rápido.
Los púlsares no dejan de sorprender a los científicos. Uno de sus misterios es el fenómeno del inconstante brillo de los púlsares, que se iluminan y vuelven a oscurecerse. Hasta ahora los científicos creían que esto sucede porque, a medida que el púlsar gana velocidad, su viento estelar y su radiación aumentan, lo que provoca que se ‘apague’, empiece a girar a menor velocidad, deje de ‘comerse’ a su pareja y se vea menos brillante desde la Tierra. Aunque con el tiempo el proceso de devoración se reanuda.