EL VATICANO.- El Sumo Pontífice invocó “la ayuda de Dios y de los hermanos”. El sismo de 7,8 grados que golpeó a Ecuador, que dejó más de 200 muertos y miles de heridos.
El papa Francisco convocó ayer domingo a rezar por el pueblo ecuatoriano, afectado por un terremoto “que causó numerosas víctimas y daños graves”.
El Santo Padre llamó a los fieles, congregados en la Plaza de San Pedro, a rezar por los afectados por el terremoto de magnitud 7,8, así como por las víctimas de los recientes sismos en Japón. Pidió “la ayuda de Dios y de los hermanos para que les conceda fuerza y apoyo”.
El gobierno ecuatoriano declaró el estado de emergencia en las provincias afectadas -Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y Santa Elena- así como el estado de excepción en todo el territorio nacional.