CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco recibió ayer en el Vaticano a las delegaciones de los equipos de fútbol del Juventus y del Milan, en la víspera de la final de Copa Italia, que se disputará hoy en el estadio Olímpico de Roma. Los dos clubes, que llegaron el jueves a la capital italiana, fueron recibidos en audiencia por el Papa en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, acompañados también por una delegación de la “Lega Serie A”, encabezada por el presidente, Maurizio Beretta, y el equipo arbitral que dirigirá el duelo de mañana.
El pontífice les alentó a “demostrar que cada uno de vosotros, antes que futbolista, es una persona, con sus límites y sus virtudes, pero sobre todo con su conciencia, que espero”, dijo, “que esté siempre iluminada por la relación con Dios”. Y agregó: “Que no falte, entre vosotros, la fraternidad, el respeto, la comprensión y el perdón. Haced que el hombre esté en armonía con el atleta. ¡Sed campeones en el deporte, pero sobre todo en la vida!”.