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CAMBYRETÁ.- El Primer Comando Capital (PCC) es una de las organizaciones criminales del Brasil y de la región. Por la inoperancia de las autoridades paraguayas cada vez tiene más integrantes y burla el sistema penitenciario del país. Este jueves nuevamente quedó al descubierto la fragilidad de la seguridad con la toma de rehén y enfrentamientos en el Centro de Rehabilitación Social de Cambyretá, departamento de Itapúa.

Los miembros de esta organización criminal tomaron de rehén al jefe de seguridad de la institución penitenciaria, Miguel Medina, tras protagonizar un nuevo motín en el lugar de reclusión.

El propio ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, reconoció que hubo fugas, toma de rehén y un motín. A pesar de lo sucedido en la cárcel de San Pedro, las autoridades no tomaron los recaudos necesarios y una vez más quedó al descubierto las falencias del sistema de seguridad y penitenciario del país.

“Estos miembros que dicen ser del PCC se fugaron del Centro de Rehabilitación Social y tienen un rehén”, dijo el ministro del Interior en comunicación con la 730 AM.

Los reclusos se fugaron del lugar de reclusión y en la huida fueron rodeados por los agentes de la Policía Nacional tras sufrir una avería. Posteriormente pidieron un rodado para escaparse y liberar al jefe de seguridad.

Otro de los miembros del PCC habló con Radio Encarnación y amenazó con utilizar explosivos dentro del Centro de Rehabilitación Social, en caso que sean repelidos por los uniformados.

“Si a nosotros nos pasa algo la penitenciaria explota, muchos inocentes van a morir”, manifestó uno de los miembros de la organización criminal. Las autoridades destacaron que la situación fue “controlada” en el penal.

Como antecedente más cercano se tiene la masacre en la cárcel de San Pedro, registrada el 16 de junio pasado y que dejó 10 fallecidos y 12 heridos. Pese a todo lo sucedido, las autoridades paraguayas no tomaron las medidas de seguridad correspondientes y los miembros del PCC una vez más burlaron el sistema.

Un caso similar ocurrió el mismo día en la penitenciaría nacional de Tacumbú, donde se registró un motín, pero posteriormente fue controlado.

El motín en la cárcel regional de San Pedro del Ycuamandyyú fue protagonizado también por miembros del Primer Comando Capital (PCC) contra el clan “Rotela”, por la disputa de liderazgo en la venta de drogas. La pelea entre ambas facciones se da desde hace un tiempo y dejó un total de 10 fallecidos, entre decapitados, incinerados y ejecutados.

El PCC fue extendiendo su dominio en Paraguay a base de tráfico de armas, asaltos y muerte. Sus integrantes desatan terror en las cárceles del país. El alto nivel de hacinamiento en las penitenciarías del país es propicio para que el dominio del grupo criminal crezca cada día más, sumado a la inoperancia de las autoridades y la falta de políticas públicas para esta problemática.

El PCC lleva como estandarte violencia, sangre y armas. El grupo criminal se inició en el año 1992 en la Penitenciaría de Carandiru, San Pablo, luego de una rebelión de los reclusos que derivó en una intervención de la Policía Militar brasileña y dejó un saldo de 111 prisioneros muertos.