ASUNCIÓN.- La exposición a la radiación ultravioleta del sol a largo plazo o de manera intempestiva, es un factor de riesgo para el desarrollo del cáncer de piel, advierten los profesionales del consultorio de Dermatología del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN).
Cada estructura de piel es capaz de dar origen a un cáncer. Los tres tipos de cáncer de piel más frecuentes son: el Epitelioma Vaso-celular, el Espino-celular y el Melanoma. Los dos primeros están ligados a la exposición solar de toda la vida. Por ello, es muy importante cuidar el tipo de exposición solar de una persona desde la niñez. El melanoma puede aparecer como algo nuevo en la piel o como una transformación de lunares.
Para prevenir el cáncer de piel, el cuidado de la exposición al sol debe ir acompañado de un control periódico de manchas y lunares. Dicho control permite una detección precoz de posibles lesiones precursoras de cáncer de piel.
Toda persona con manchas y lunares debe buscar periódicamente un control médico de los mismos, pero muy especialmente, deben hacerlo quienes tengan piel clara; cuenten con antecedentes de cáncer de piel en la familia; trabajen en la agricultura, la albañilería o en otras tareas bajo el sol; quienes posean lunares de nacimiento o lunares que han ido apareciendo en el transcurso de la vida y lunares que presentan cambios según observación por la llamada “Regla ABCD”.