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Emergencias, un verdadero ejemplo

Uno sufre un accidente. Realmente son horas inciertas. De un gran desasosiego. Se está ante las puertas del terror. Con una creciente inquietud hacia la necesidad de recibir auxilio inmediatamente.

Es difícil ponerse en la psiquis de los accidentados, pero haga el esfuerzo de imaginárselo por un momento. Es terrible.

En esa instancia clave se llega normalmente hasta el nosocomio de Emergencias Médicas, sobre la calle Gral. Santos de Asunción.

Lo primero que preocupa es la gran cantidad de gente que está entrando y saliendo. Hacinamiento, piensa uno, sinónimo de mala atención.

Hasta que “desembarca” en el área de acceso a los primeros auxilios.  Rápidamente un enfermero acerca una silla de ruedas o una camilla según sea el caso y el paciente es ingresado “a toda bala” en un enorme salón donde se agitan como en un hormiguero humano, médicos, la mayoría muy jóvenes, enfermeras y enfermeros y personal de maestranza incluso, limpiando algo.

Es como un hemiciclo, con pequeños boxes a lo largo de las paredes, todos con heridos, algunos en tratamiento, otros ya reposando, nada de lujos, pero todo el mundo atendido.

Casi no se habla, pero todos saben lo que tienen que hacer. De acuerdo a las lesiones se acerca un especialista en “ese” tema específico, quien inmediatamente “comanda” el tratamiento. Primero lo primero, se suturan heridas, se paran las hemorragias y una vez que el paciente está “estabilizado”, como dicen en la jerga médica, comienzan estudios especializados, tomografías, radiografías, etc.  Máquinas funcionando día y noche, pero haciendo el trabajo necesario.

Parecería que no estamos en Paraguay. Emergencias Médicas funciona como un pequeño reloj, pese a la tremenda sobrecarga de trabajo que se tiene.

Se lo toman muy en serio por eso la rabia que sienten hacia la irresponsabilidad de los “motocas”, quienes saturan todo el recinto, día y noche.

Hay que fijarse en estos números para que se tenga una idea de la magnitud de este problema.

El 70% de los que llegan al Hospital de Emergencias Médicas para ser atendidos por accidentes de tránsito son motociclistas. Cada año hay alrededor de 15.000 a 20.000 accidentes de tránsito, de los cuales entre 12.000 y 14.000 son accidentes de moto, lo que quiere decir que la ocurrencia es de 1.000 por mes, 250 por semana.

La estadística del 2016 señala que hay unos 1.800 accidentados con traumatismo de cráneo por año, de 300 a 400 con traumatismo de cráneo grave. Unos mueren y otros se recuperan relativamente y quedan unos 80 con secuelas, lo que comúnmente se conoce como vida vegetal.

Toda esta vorágine de accidentados es absorbida eficientemente por el nosocomio.

Muchos en el sitio afirman que todo se debe a la mano dura del actual director, el Dr. Aníbal Filártiga, el mismo que corrió del IPS pasmado ante el barro que rodea a las decisiones administrativas de ese ente.

Lo dicho Emergencias Médicas está a la altura de sus responsabilidades

Como dijo uno de los galenos del “corralón” de Primeros Auxilios…Si usted sufre un accidente, pida siempre que lo traigan aquí, es el mejor lugar para hacerse atender…

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