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Empezó tímidamente. Parecía algo improvisado. Que iba a durar poco tiempo como muchas experiencias parecidas en esta materia. Pero las apariencias engañaban. Estaba todo muy bien pensado.
Y el éxito no tardó en llegar. Hasta que el negocio se consolidó y hoy es un campanazo que indica la dirección correcta para hacer estas cosas.
Nos referimos a la innovadora feria “De la colonia a tu mesa”, patrocinada por el INDERT que está resultando a todas luces, un gran suceso, que entusiasma a productores, autoridades y por supuesto a las amas de casa de Asunción, que están siendo grandemente beneficiadas con la iniciativa.
El sistema es sencillo, el INDERT organiza, facilita las cosas para que los pequeños productores de diferentes puntos del país, puedan venir a ofertar sus productos, directamente, sin intermediarios, en la humilde vereda de la institución. La oferta es tan tentadora, productos frescos, incluso orgánicos y a buen precio, que la gente llega masivamente a comprarlos… el negocio se ha vuelto redondo.
Ayer tuvo lugar la última feria del año, y siempre con gran suceso.
A través del INDERT se reveló un número que no deja también de ser extraordinario: En un año de ferias losproductores lograron recaudar nada menos que la friolera suma de 1.200 millones de guaraníes Plata de ellos y para ellos y sus familias.
Fueron 24 ferias las organizadas por el INDERT, durante este año 2016. Según datos de la institución, participaron aproximadamente 1.089 feriantes, cabezas de familia y representantes de diferentes comités pertenecientes a 10 departamentos del país.
Por el éxito y por su beneficio para los compatriotas productores y consumidores, el próximo año, “De la Colonia a tu mesa” volverá con todo para preparar y degustar los platos tradicionales, con motivo de la Semana Santa.
Los campesinos hortigranjeros son de los más valiosos. Por supuesto lo son todos, también los grandes sojeros y demás, aportan lo suyo. Pero los primeros tienen solucionado el tema de la alimentación de sus familias. Con rubros de consumo, lo cual es una tranquilidad de que no saldrán más individuos para alimentar los cinturones de pobreza. “Mboriahu ryguata”, como decían nuestros mayores. Y el problema de ellos siempre ha sido sacar sus productos hacia los centros de consumo. Son grandes trabajadores, pero con las manos atadas. Venderlos y hacerse de algún dinero para ellos es factor clave para su progreso personal.
Todo lo que se haga en tal sentido es una maravilla. Los alienta a seguir, ven el resultado de su esfuerzo y tienen más esperanzas de un futuro mejor para sus familias.
Por ello solamente cabe felicitar la iniciativa del INDERT y desear que la pequeña feria cobre cada día más volumen, abrace a más productores y sea un ejemplo para aquellos sectores violentos, manipulados políticamente, que quieren vivir sin trabajar.