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ASUNCIÓN. Aunque no hay objeciones, continúa la larga lista de oradores que explican los motivos por los cuales dan su apoyo al proyecto de Ley “De promoción y protección del derecho a vivir en familia, que regula los cuidados alternativos y la adopción de niños, niñas y adolescentes”, presentado por senadores de distintas bancadas. El pleno analiza el tema en sesión extra.

La nueva ley reemplazará a la que fuera sancionada en 1997 y que imprime trámites muy largos para el proceso de adopción de un bebé, niño o niña, de acuerdo a lo que quedó evidente durante el análisis del proyecto, que tendrá tratamiento de código debido a su extensión.

La vocera de la Comisión de Legislación, Desirée Masi, explicó que existen alrededor de mil niños que viven en entidades de abrigo, por lo menos los registrados aunque se estima que podrían ser más de dos mil. Dijo también que el 60% tiene entre 4 y 13 años, 37% entre 14 y 18., lo que implica que toda su niñez y parte de su adolescencia están en una institución. “Van a ser mayores de edad y van a salir sin tener un vínculo afectivo”, añadió.

Víctor Ríos destacó la humanización del proceso y del funcionamiento del sistema que es lo que plantea el proyecto y mencionó, al igual que otros, la innovación de que la ciudadanía podrá monitorear el trabajo de jueces, fiscales y defensores para ver si dilatan los trámites en un proceso de adopción. “Será una auditoría permanente ciudadana; el proyecto cumple con el mandato constitucional que lo público sea público, transparente, y que exista la posibilidad de este control efectivo de parte de la ciudadanía”, manifestó.

En el proyecto se proponen sanciones para jueces, fiscales y defensores que dilatan los procesos.

Algunos plantearon el tema de que el proyecto habilita a que cualquier persona pudiera postularse para adoptar o funcionar como hogar de tránsito, versión esta que corrió en los últimos días, con el supuesto argumento de que se permitiría que parejas de homosexuales pudieran adoptar a un niño, pero esto fue desmentido por los proyectistas.