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RÍO DE JANEIRO.- Entre las cenizas del trágico incendio del 2 de septiembre que destruyó el Museo de Río de Janeiro, encontraron el que es, quizás, el objeto más preciado de la enorme colección de la institución: el cráneo de Luzia, el resto fósil más antiguo en toda América.
Y parece casi un milagro encontrar en medio de las ruinas y las enormes montañas de escombros estas pequeñas piezas, especialmente porque -tal como lo confirmaron fuentes directas del Museo de Río de Janeiro – se encontró el 80 por ciento del cráneo dividido en varios fragmentos, que ahora deberán ser restaurados y unidos, ya que están totalmente chequeados e identificados pero todavía no fueron restaurados ni ensamblados; y tampoco se comenzó a llevar a cabo la reconstrucción del cráneo en sí.
El anuncio fue realizado el viernes por el director del museo, Alexander Kellner. “Hoy es un día feliz, ya que estamos recuperando algunas partes del patrimonio del museo”, comentó.
El descubrimiento del fósil entre las cenizas se realizó mientras los investigadores y los equipos técnicos estaban haciendo obras de emergencia, que según calculan se extenderán hasta febrero de 2019, con un costo de 9 millones de reales (algo así como 2 millones y medio de dólares).
