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ASUNCIÓN.- Efraín Alegre ha dado instrucciones a los diputados liberales de que estén atentos a una convocatoria a sesión extraordinaria mañana, a fin de eliminar la amenaza de la reelección para lo cual pretende hacer lo mismo que hizo el Senado, lo que resulta en un gran disparate ya que en la Cámara Baja, el oficialismo colorado tiene los votos asegurados.
El titular del PLRA no solo tiene ínfulas de dictador en su partido sino que piensa que puede manejar hasta al oficialismo de la ANR, como si no hubiera aprendido las lecciones que ha dejado la historia en cuanto a que siempre son los liberales los que resultan sometidos a las jugarretas de los colorados.
No. Él está convencido de que conseguirá salirse con la suya con el apoyo de unos cuantos cartistas que, vaya a saber por qué, habrán decidido ir contra la reelección y apoyar la idea impulsada por Alegre.
Parece que alguien le convenció de que en Diputados se podría hacer la misma jugarreta que tuvo éxito en el Senado, en donde a las apuradas se trató un proyecto de enmienda para permitir la reelección, se lo rechazó y terminó en el basurero. Por eso es que ordenó a los diputados de su partido a que estén atentos a la convocatoria a sesión extra.
Lo que parece no tener en cuenta es que la situación colorada en ambas cámaras es bien diferente. En el Senado, la disidencia tiene mayoría (aunque no sola sino con el apoyo de la Multibancada), mientras que en Diputados, es el oficialismo el que tiene esa mayoría, y allí sí sin el apoyo de ningún otro sector.
De acuerdo a lo que establece la Constitución Nacional, cada cámara necesita mayoría absoluta de votos para aprobar la enmienda. Esto significa que en Diputados se necesitan 41 votos y resulta que el sector colorado tiene 46, así que hasta pudiera ser que 5 de ellos decidan oponerse a la reelección; igual no se tendrían los votos suficientes para impedir su aprobación.
Dicen que Alegre está ofreciendo “cargos” a los colorados, algo bien traído de los pelos porque el PLRA no está en el poder, ni en el Ejecutivo ni en el Legislativo (ni siquiera en el Senado, a pesar de que el presidente es liberal porque fue ungido en el cargo y su permanencia en él depende de la alianza entre colorados disidentes e izquierdistas). Así que los únicos cargos que puede ofrecer son en algún club de barrio donde él sea “autoridá”.
