ADN Digital
Artículos relacionados
No lo dice la prensa. Lo dijo el propio representante de Juan Escobar, Elvio Rojas, en contacto con una emisora capitalina, y se convulsionó el mundo Cerro: Juan Escobar está con un pie en el Cruz Azul. Y también se supo que Santiago Arzamendia ya habría firmado un pre contrato con el América, ambos de México.
ASUNCIÓN.- Si los cerristas sueñan con ganar la Copa Libertadores, si esto se hace realidad, tendrán un durísimo despertar aún antes de empezar a jugar los octavos de final, después de la Copa América. Dos de sus figuras jóvenes y prominentes, hombres de la “mesita de luz” de Eduardo Berizzo, bien pondrían volar a la tierra de los charros y los mariachis, apenas concluya el torneo continental.
CASI SEGURO
Esto es lo que se desprende del contacto de una entrevista en una emisora capitalina durante un programa siestero. El representante de Escobar, Elvio Rojas, soltó la noticia que cayó como una bomba megatónica en “la capital del sentimiento”.
Lo que pasa es que por un lado el más joven de los Zapag dice que saldrá a la caza de jugadores para el segundo semestre, mientras por otro lado se gestiona la transferencia de dos de sus más importantes jugadores. Zapag lo negó y dice que no soltará a Escobar, ni a “ningún potro considerado imprescindible por el cuerpo técnico”. Habrá que ver qué hay de cierto en todo esto.
TAMBIÉN ARZAMENDIA
Lo de Arzamendia ya viene sonando y trayendo cola desde que la selección jugó contra México y a Arzamendia le cupo muy buen papel. De allí salió el recuerdo de los americanistas de lo bien que le fueron los defensores paraguayos y fijaron su blanco en Arzamendia.
Un chisme proveniente de las carpas cerristas señala que el zurdo defensor ya habría firmado un pre contrato con el América. Cosa difícil de creer, pues Arzamendia tiene todavía una larga vinculación con Cerro, por delante.
Pero como el fútbol como en la vida, “nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira” no se sorprendan si estas conjetures se convierten en triste realidad… para los cerristas.
