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ASUNCIÓN.- Vidal Acevedo, representante del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), manifestó: “estamos en un debate social con una mente bastante adultocéntrica. Creemos que proviene de un pensamiento autoritario, promilitarista y sobre todo, también stronista (el malogrado dictador Alfredo Stroessner) de mirar al joven en el sentido de que todo lo que sea punitivo se le tiene que aplicar, es decir, hay una penalización por el simple hecho de ser joven”, sostuvo.
Destacó que se debería estar debatiendo sobre temas mucho más relevantes como ser el acceso a la educación de muchísimos chicos o al primer empleo. Además, el gobierno debería de ver los mecanismos para poder implementar este tipo de cosas y no precisamente tomar medidas que están saliendo en estos días con el tema del Consejo Nacional de Conciencia y la Ley 569/75, en relación a las tasas militares que no fueron tomadas en serio ni en la época de la dictadura.
Explicó que en la época de la dictadura se empleaba el arreo de los jóvenes, que luego eran enviados al Chaco o el “bajatráfico”, que consistía en conseguir la Baja y costaba entre G. 300.000 a G. 500.000. Sostuvo que desde que empezó Mario Abdo Benítez su campaña, básicamente se basó en el Servicio Militar Obligatorio para los jóvenes. Recordó que el mandatario dijo que el cuartel va a servir para los hijos de las madres solteras, porque en el cuartel van a adquirir el patriotismo y se levantarán temprano. “Pero nosotros creemos que todos esos hábitos o valores se adquieren en la familia”, expresó.
Acevedo recordó que Serpaj es una organización que está nucleado a nivel Latinoamericano en 11 países y en Paraguay se instaló en 1989 y, a partir de ahí, estuvo trabajando con el tema de Derechos Humanos, cultura de paz. “Fuimos los que introducimos en 1992 en la constituyente el tema de la Objeción de Conciencia”, refirió.
Aclaró que el Servicio Militar siempre fue obligatorio. Sin embargo, remarcó que, a partir del 92, existió la posibilidad de que los jóvenes que no quieran cumplirlo por cuestiones éticas o religiosas hagan su Objeción de Conciencia, que es un derecho fundamental y está establecido en la Declaración Universal en el artículo 18 de libertad de pensamientos.
Puntualizó que los 5 primeros jóvenes, desde el 93, empezaron a hacer su Objeción de Conciencia, amparándose en el artículo 45 de la Constitución Nacional, que dice que la falta de reglamentación de una ley no impide que se haga uso de un derecho. Mencionó que luego salió la declaración Nº 40, en el año 1996, por parte de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, que se declara competente para recibir y expedir constancia de Objeción de Conciencia, hasta el 2010 cuando sale la ley 4013, que establece el servicio social sustitutivo.
Comentó que luego de 8 años se conformó el Consejo Nacional de Objeción de Conciencia y este año empezó a funcionar. Este órgano, que está presidido por el Defensor del Pueblo, Dr. Miguel Godoy, está integrado por 4 personas más; un representante de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores que recae sobre el Dr. Jorge Querey; el representante de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre; la viceministra de Defensa, Gladys Arsenia Ruiz Vda. de Pecci y un objetor electo por sortero.
Según Acevedo, esta comisión sacó una resolución más gravosa aún para el joven, “cuando en el artículo 129 dice que el servicio social no tendrá carácter gravoso ni punitivo. Sin embargo, lo que hace este reglamento es sobrepasar la normativa, afirmando que el joven que no haya hecho el Servicio Militar y Social, no podrá acceder al carnet de conducir ni al pasaporte. No se puede estar garantizando un derecho, lesionando otros”, afirmó el representante de Serpaj.
Para concluir, ratificó: “lo que pedimos es que se derogue el artículo 129, la propuesta es que tanto el servicio militar como el social sean optativos”.
