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Las lagunas que existen en la Constitución permiten que en las cámaras del Congreso prime la decisión de las mayorías y no lo que dice la Carta Magna, según el diputado Walter Harms, quien dijo que una de las cosas más graves es la permanencia en el Senado de dos personas que no fueron electas ni proclamadas.
ASUNCIÓN.- Este período legislativo, especialmente los primeros meses del nuevo Congreso, fue bastante peculiar, ya que se dieron situaciones inéditas e inaceptables, como la permanencia de dos truchos, Rodolfo Friedmann y Mirta Gusinky, en el Senado. Harms lo reconoció y aseguró que “lastimosamente, el Paraguay tiene todavía en su democracia estas lagunas jurídicas que hacen que sean las mayorías coyunturales las que toman las decisiones y no la constitución la que marque claramente lo que hay que hacer”.
“Entonces estas lagunas posibilitan que estas mayorías coyunturales muchas veces cometan abusos de esa situación. En ese sentido, lastimosamente este fue un periodo bastante convulsionado”, añadió.
En cuanto a que este período se caracterizó también porque tres legisladores debieron renunciar a sus bancas por presión ciudadana, dijo que “todavía las cámaras están integrada por gente que no tiene la solvencia moral ni, en muchos casos, la capacidad de ocupar esos cargos. En ese mismo sentido, ojalá que vaya mejorando y tengamos muy pronto una clase política que sea realmente honorable, como marca el nombre de la cámara”.
En cuanto al período legislativo, manifestó que se lo puede dividir en dos partes, “en el primer semestre terminábamos un periodo legislativo que se caracterizó por una muy buena producción legislativa, donde hemos avanzado bastante en leyes fundamentales y para el funcionamiento de la República. Desde julio se instaló un nuevo Congreso; prácticamente los primeros meses son un poco de acomodo de los colegas, donde las leyes que se aprueban tal vez no sean tan trascendentes sino que tengan que ver con lo mediático, que culmina con un ambiente un poco convulsionado por temas como el juicio político para el TSJE, intervención de Ciudad del Este, y un ambiente de confrontación, en donde lo fundamental, que es la misión del Parlamento, que es el debate y las normas que van a regir al estado de Derecho, van dejándose de lado por priorizar la confrontación política”.
En cuanto al gobierno, Harms dijo verlo “desorientado, sin una línea de acción, con muchos requerimientos de parte de la ciudadanía y una sensación de que la gestión no es buena en favor de la calidad de vida de todos los paraguayos.
