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El caso de la explotación del Cerro Ñemby fue puesto de vuelta al tapete en los últimos días. En especial fue abordada la supuesta adenda que invoca la empresa Concret-Mix para seguir sacando piedras otros 10 años de ese lugar.
Pobladores de diversos sectores de la ciudad de Ñemby, comandados por el intendente, Lucas Lanzoni (PLRA), se movilizan para exigir el cese de la explotación y hasta llegaron frente a la Procuraduría y luego frente al Ministerio de Obras Públicas. Buscan responsables y exigen a las autoridades del gobierno la solución del problema.
Caraduras son estos liberales buscando responsables y más caraduras aún este Lucas Lanzoni. Si realmente él no sabe quién o quiénes son responsables, que le pregunte a su papá, el hoy gobernador de Central, Blas Lanzoni.
La historia de la explotación del cerro Ñemby sabe muy bien Blas Lanzoni y todos los liberales quienes estuvieron en el poder. Sin dudas ellos son los mayores responsables de las maniobras realizadas para el fortalecimiento de los trabajos de destrucción del mencionado cerro.
Es cierto, en el año 1963, una compañía argentina comenzó a explotar el cerro Ñemby para la pavimentación de la ruta 11 del vecino país. Entonces el sector estuvo cubierto por un tupido bosque y su destrucción comenzó con una orden superior (época de la dictadura), por lo que poco o nada podrían hacer los vecinos del lugar.
Sin embargo, ya en la democracia, los liberales se involucraron claramente en el posible gran negociado que rodeó a la concesión del permiso de explotación. Todo se gestó durante el gobierno de Blas Lanzoni como intendente de Ñemby (2001-2008). Se fortaleció durante la gestión de su sucesor Héctor Lucio Lesme, también del PLRA y en la época de Efraín Alegre como ministro de Obras Publicas y Comunicaciones.
Luego siguieron otros liberales haciendo su parte para que continúe la explotación y que se avance hacia la definitiva desaparición del cerro. Ellos fueron el también ministro de Obras Públicas, Salyn Buzarquis, el propio presidente de la República Federico Franco, el ministro de la Secretaría del Ambiente, Heriberto Osnagui, entre otros.
Pero como hoy está candente el momento político en el PLRA, se busca también un blanco entre correligionarios y ese es Salyn Buzarquis, quien fue declarado persona no grata de Ñemby por parte de la Junta Municipal. Mientras que Blas Lanzoni a toda costa quiere salvarse de la situación, considerando que ya está en campaña proselitista, quiere ser presidente de la República.
Y hablando de posibles negociados en todo este tema, no podía faltar otro quien bien baila, Fernando Lugo. Él fue quien firmó el Decreto 4.838, del Poder Ejecutivo, en el año 2010, por el cual concede el arrendamiento y explotación del Cerro Ñemby a la empresa Concret-Mix S.A., por un período de 2 años. La medida gubernamental aclara que el arrendamiento y explotación de esa cantera “no priva al Estado de una participación justa en los beneficios emergentes de la explotación”.
Ese beneficio nunca fue exigido para el pueblo de Ñemby, pero no cabe ninguna duda que hubo beneficios para algunos. Y explicaciones al respecto debería dan Blas Lanzoni, quien después de intendente fue diputado y luego gobernador.
Mientras tanto el otrora hermoso cerro Ñemby, de 206 metros de altura sobre el nivel del mar, paulatinamente está desapareciendo. Ese que surge en un pequeño valle, formado por dos lomas de areniscas coloradas, entre las cuales fluye también el legendario y pintoresco arroyo Ñemby.
Hoy la ciudadanía debe apartarse de los políticos en la lucha por su Patrimonio y menos prestarse al grupo político, que evidentemente tiene intereses proselitistas ocasionales (PLRA). Como decía Etelvino Cespedes, “el Cerro Ñemby es de nosotros los ñembyenses y no de un partido político”.
