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Desde que asumió la Presidencia de la cámara, Miguel Cuevas fue objeto de numerosas denuncias por lesión de confianza, enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias. El Ministerio Público resolvió días atrás iniciarle una investigación por tales motivos. Sin embargo, ni al legislador, ni a sus colegas, les resulta contrario a los principios más elementales de la ética que el hombre se mantenga en el ejercicio de sus funciones, que deberían cesar mientras duren las pesquisas.
ASUNCIÓN.- Hay muchos legisladores investigados, fue una de las primeras cosas que nos dijo la exfiscal y actual diputada por Patria Querida, Rocío Vallejo. Y tiene razón; la diferencia entre esos legisladores y Cuevas es que éste es presidente de una de las cámaras, y como tal, tiene atribuciones y prerrogativas que no tienen los demás diputados y senadores.
De ahí que pareciera necesario que, por una cuestión de ética, él mismo renuncie a la Presidencia de la cámara, o que sus mismos colegas lo cambien. Pero no hay nada serio sobre el tema, solamente el famoso “dicen que”, tal como explicó Vallejo, quien recordó que el mandato de la mesa directiva dura un año.
“Hay muchos rumores todo el tiempo, de que lo van a sacar. Entre ayer y hoy los rumores fueron muy fuertes otra vez. Pero como nosotros no somos número (la bancada del PPQ tiene 3 miembros), no aportamos mucho en la mayoría, no nos enteramos mucho de lo que pasa. Y tampoco tenemos ni una sola fuerza para decir que pida permiso o no pida, más aun teniendo en cuenta que no está imputado”, explicó la legisladora.
De lo que no tiene ninguna duda porque es una decisión unánime, es que cuando llegue el pedido de desafuero de Cuevas, será aprobado sin oposición, como en cualquier otro caso.
Es obvio que el añetete no tiene ningún interés en dejar la Presidencia, porque de lo contrario ya lo hubiera hecho. Vallejo reconoció no estar muy interiorizada en la causa que se investiga contra Cuevas, y recordó que había escuchado a la fiscala Josefina Aghemo decir que se lo investigaba por lesión de confianza y enriquecimiento ilícito, por hechos ocurridos durante su administración al frente de la Gobernación de Paraguarí.
Lo que sí reconoció es que si se lo imputa por enriquecimiento ilícito, deberá guardar prisión preventiva. “(El exfiscal general Javier) Díaz Verón está imputado por enriquecimiento ilícito, y está preso. (El diputado Ulises) Quintana está por drogas y enriquecimiento ilícito, y está preso. Si es enriquecimiento ilícito, y es así como hay que proceder”, añadió.
EL DESAFUERO NO ALCANZA
Si Miguel Cuevas sigue al frente de la Cámara de Diputados, habida cuenta de la acusación que pesa sobre él por tráfico de influencias (uno de los delitos que se investigan en su contra) sería como si se estuviera dejando al ratón al cuidado del queso.
Esto significa que, más allá de que anuncie que él mismo pedirá su desafuero, no hay ninguna garantía de que no seguirá haciendo uso de todas las prerrogativas que tiene por ser presidente de la cámara y eso puede significar un obstáculo para las investigaciones, máxime teniendo en cuenta las denuncias que pesan en su contra.
Así que el desafuero no alcanza en este caso específico. Además, por una mínima cuestión de imagen, es absolutamente impresentable que el presidente de una de las cámaras del Legislativo haya sido desaforado por estar siendo investigado por la Justicia por delitos comunes. Lo mínimo que se podría esperar es que quien tiene a su cargo la representación del cuerpo parlamentario, a nivel nacional e internacional, tenga la suficiente transparencia para no ser señalado con el dedo por nadie.
El presidente de la Cámara de Diputados suele recibir en audiencia a embajadores de países amigos que tienen aquí su representación diplomática. Sería por demás muy desprolijo que quien esté en el cargo sea un sujeto de interés para jueces y fiscales.
SIGUE EL MANTO DE SILENCIO
Más allá de los rumores de los que nos habló la patriaqueridista Rocío Vallejo, a nivel oficial nadie quiere hablar de la situación de Miguel Cuevas. Intentamos comunicarnos con los líderes de las bancadas grandes, así como ella nos había sugerido, pero solo nos respondió el silencio.
Porque eso es lo que ocurre con Cuevas, pareciera como que está cubierto por un manto de silencio. Aunque todos los días hay informaciones sobre las denuncias que existen en su contra y la decisión de la fiscala Josefina Aghemo, ningún diputado, oficialmente, quiere dar su opinión sobre el tema.
Es evidente que Cuevas sigue contando con el apoyo de la cúpula de Colorado Añetete, lo que se notó en la visita que le hizo, semanas atrás, el mismo presidente de la República y líder del movimiento, Mario Abdo Benítez. Sin embargo, resulta bastante llamativo que ni siquiera las otras bancadas manifiesten interés en cambiar al presidente de la cámara, por lo menos hasta que se aclaren las investigaciones en su contra.
