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ASUNCIÓN.- Ya terminaron los titulares catástrofes en tapa del diario ABC y los furibundos discursos de disidentes y opositores. La rápida acción de las fuerzas de seguridad y el operativo exitoso que terminó con la aprehensión de los actores del atentado del miércoles pasado hizo que tanto Zuccolillo como sus candidatos tuvieran que callar y retirarse con el rabo entre las piernas.
Lo más probable es que los anticartistas, que aprovecharon el atentado para disparar en contra del gobierno y denunciar que la inseguridad iba en aumento –aunque lo ocurrido haya sido un enfrentamiento entre grupos mafiosos-, hayan pensado que la investigación del hecho iría al oparei, como solía ocurrir con frecuencia en casos sonados, durante gobiernos anteriores.
Ninguno de ellos se imaginó que el caso tendría un rápido esclarecimiento y que los investigadores no necesitarían más que 2 días para identificar a los actores y detenerlos, con suficientes elementos para meterlos presos.
Pero eso es precisamente lo que ocurrió. En un operativo realizado el viernes último, la Policía detuvo a 4 supuestos implicados en el atentado, que costara la vida a un niño de 5 años y el suicidio de su padre, quienes estaban escondidos en el barrio Santa María de Asunción. En su poder se encontraron armas y vehículos, uno de los cuales habría sido el utilizado para el ataque.
Y ayer, balística confirmó que una de las armas incautadas fue un fusil largo que habría sido el usado en el mencionado atentado, lo que consolida aún más la idea de que los asesinos ya están encerrados. Si bien aún queda el tema de la autoría moral del hecho, las insistentes versiones hablan de que fue un enfrentamiento entre grupos mafiosos, por lo cual los mismos serán pronto identificados.
Sirva todo esto para destacar que –una vez más- a Zuccolillo y sus compinches les salió el tiro por la culata. Intentaron culpar al gobierno de Horacio Cartes; es más, algunos hasta llegaron a afirmar que el presidente era el jefe de uno de los grupos mafiosos, pero terminaron con un palmo de narices, por lo que ayer pareciera que todos se llamaron a silencio y el diario ABC ya tuvo otros temas que informar en su tapa. Porque, claro, el esclarecimiento del crimen no mereció –ni de lejos- un espacio similar que todas las estupideces que estuvo publicando en los últimos días, porque esta gente es especialista en tirar la piedra y esconder la mano.
