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La reducción del rendimiento entre 10% y 12% de la soja ocasionará un efecto expansivo en toda la cadena de producción y será fuerte en la composición del Producto Interno Bruto (PIB), explicó Manuel Ferreira Brusquetti, analista financiero y exministro de Hacienda. Otras consultas coinciden e insisten que esta pérdida moverá en negativo a toda la economía, tanto pública como privada. Algunas zonas volvieron a cultivar buscando recuperación, ocupando espacios destinados a otros productos como el maíz.
ASUNCIÓN.- Los primeros efectos se notarán en la construcción del Producto Interno Bruto (PIB) y esta reducción importante de la soja, en esta campaña (2018-2019), “sin dudas impactará en otros sectores también”, explicó Manuel Ferreira Brusquetti, analista financiero y exministro de Hacienda. Apunta que el análisis se inicia con la confirmación de la evolución de los cultivos y, según primeros datos recogidos en el campo, en zonas donde ya se está cosechando, “las pérdidas de rendimiento se encuentran entre 10% y 12%, es decir, alrededor de un millón de toneladas”.
Héctor Cristaldo, presidente de Unión de Gremios de la Construcción (UGP), dijo a ADN que las pérdidas por rendimiento serían de 1.300.000 de toneladas y se espera con suerte cosechar 9.000.000 toneladas.
Sobre estas cifras, Ferreira estima que el impacto sobre el PIB “será alrededor de 0.8%”.
En el arranque de la presente campaña, en setiembre pasado, las valoraciones apuntaban a igualar a la campaña anterior (2017-2018) que fue considerada exitosa, alcanzando niveles records, sin embargo, el cambio climático tenía preparada algunas sorpresas. Capeco registra en sus archivos que “parte de la soja sembrada de manera temprana atravesó en setiembre días de intensas lluvias y en semanas posteriores las horas de sol por día no fueron suficientes”.
El profesional coincide con el análisis parcial de los productores, además del impacto al PIB, generará otros en la cadena de producción, se reducirá la frecuencia de fletes en número de 40.000 y la consiguiente menor recaudación de los puestos de peaje. Los sojeros administran US$ 3.200 millones en deudas arrastradas desde las campañas de 2015 en adelante.
Ferreira destacó, en ese sentido, que “una mala cosecha de soja no solo afecta al sector agrícola, sino que también tiene efecto multiplicador en otros rubros dentro de la economía de nuestro país, como la industria, el comercio, las finanzas y el transporte”.
Subrayó que “si se considera solo el efecto en este último sector, un camión que transporta, por ejemplo, 27 toneladas de soja por viaje, con una merma de un millón de toneladas, estaría perdiendo 37.000 fletes y a un precio de 23 dólares, llegaría a unos 23 millones de dólares menos”.
EFECTOS DEL CLIMA
Los cambios climáticos crearon fuertes reacciones en la siembra temprana que requiere niveles específicos de humedad para lograr el rendimiento esperado. Esta coyuntura climática afectó a por lo menos 2 millones de hectáreas. Sugieren los productores que en la medida que avance la cosecha podrían encontrar más zonas afectadas por la escasa lluvia caída.
