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MARISCAL ESTIGARRIBIA, Chaco.- La sequía que afecta actualmente a toda la cuenca del río Pilcomayo es similar a la registrada entre los años 1996 y 1997 y se trata de la segunda mayor de los últimos 30 años, según los registros oficiales. La falta de agua en la cuenca paraguaya del Pilcomayo se debe a dos factores, la ausencia de lluvias en la zona boliviana del río y las irregularidades detectadas en la comisión paraguaya encargada de la gestión de estas aguas, según el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Ramón Jiménez Gaona.
El caudal de las aguas que descienden de la cordillera de los Andes, en Bolivia, se redujo durante los meses de noviembre y diciembre, por lo que el ingreso habitual de agua en el lado paraguayo mermó, de acuerdo a lo manifestado por el secretario de Estado.
Jiménez Gaona admitió que la pronunciada sequía ya escapa al control de su institución y en tal carácter informó que técnicos de la cartera a su cargo y de la Secretaría del Ambiente (SEAM) trabajan con autoridades locales, pobladoras, pueblos originarios y productores de la zona para paliar las secuelas sociales, económicas y ambientales de la sequía.
Norma Servín, pobladora del distrito de Margariño desde hace 27 años, expuso que “todo esto se veía venir, pero no se hizo nada”, aseguró. Relató que junto a su familia, se dedica a la ganadería, pero que “en todos esos años de actividad, nunca presenciaron una sequía tan seria como esta”, dijo.
La ganadera sostuvo que no sabe hasta cuándo aguantará con los sistemas de bombeo y que además la falta de agua en el Pilcomayo impide mantener las pasturas. “Sin el pasto y el agua perderíamos nuestro ganado”, expuso. Refirió igualmente la falta de respuestas ante los incesantes reclamos del sector ganadero de la zona a los integrantes de la Comisión del Pilcomayo.
“Hace dos años ya que venimos pidiendo a la Comisión del Pilcomayo que haga algo”, se quejó.
La falta de agua provocó la muerte de varias especies animales de la zona que habitan en las aguas del Pilcomayo, como carpinchos, yacarés o peces, algunas de ellas protegidas. La Cámara Alta ya aprobó la declaración de emergencia ambiental en dicha cuenca, debido a que se trata de la peor sequía del río Pilcomayo en 19 años.
Por otro lado, el pasado mes de octubre, Bolivia, Argentina y Paraguay, que gestionan esta cuenca hídrica, habían acordado un plan conjunto de intervención en el curso del Pilcomayo para prevenir inundaciones y provocar la migración de peces en beneficio de las comunidades indígenas de ambas riberas.
