ADN Digital
Artículos relacionados
ASUNCIÓN.- El senador por Avancemos País, Adolfo Ferreiro, no renunciará a sus fueros para someterse a la Justicia en el caso que investiga conversaciones suyas emitidas a través de fonopinchazos, que podría demostrar tráfico de influencias. Dijo que un legislador no renuncia a sus fueros ni a su investidura sino que son sus pares quienes deben sacárselos.
No es la primera vez que Ferreiro muestra su vocación pedagógica. Le gusta enseñar a “los pobres ignorantes” que pretenden juzgarle como si fuera un mortal común y corriente.
En una entrevista telefónica, dijo ayer que no tenía ninguna intención de renunciar a sus fueros, como lo propone alguna gente, porque eso no puede hacer un legislador, sino tiene que aguardar que sus pares se los saquen.
“Tenemos la responsabilidad de ocuparnos de las cosas, de lo que opinamos, pero también tenemos una obligación pedagógica. Con todo este tema que a mí me afecta, de los audios, enjuiciamiento, perdida de investidura, etc., se habla de un montón de cosas, y mucha gente no tiene por qué conocer los conceptos que se manejan y toma posición alrededor de esos conceptos o directamente quien los maneja, los maneja mal”, sentenció el senador, implicado, supuestamente, en tráfico de influencias de acuerdo a audios que se conocieron a través de los fonopinchazos en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.
Añadió que “por ejemplo, yo leo en las redes sociales, en declaraciones a la prensa, que ‘fulanito tiene que renunciar a su investidura o a sus fueros’. A la investidura y a los fueros no se renuncia; se pierden por decisión de la cámara. Es lo mismo que se sospeche de vos de algo y te presentes a la Justicia; no podés. Alguien te tiene que demandar. No podés vos someterte a la Justicia si nadie te demanda”.
“Parece una tontería, pero son más complejas las cosas. Esto crea tanta confusión y terminamos en una Torre de Babel discutiendo en 7 idiomas que nadie entiende, ninguno de los otros sabe de qué habla”, aseguró, y añadió que a él le gusta ser pedagógico.
Criticó también a su colega, Desirée Masi, quien había dicho que se lo juzgue a él con la misma vara que a los demás. Agregó que “a nadie se juzgó porque ellos renunciaron”, lo cual no es cierto. Jorge Oviedo Matto renunció, pero a Óscar González Daher no se lo permitieron y lo echaron de la cámara.
