ADN Digital
Las amenazas contra el presidente Cartes, su familia y otras autoridades a causa del traslado del narco Xarvis Chimenes Pavão de su celda VIP no se deben tomar a la ligera, porque demuestran a las claras que la guerra emprendida por los organismos de seguridad en contra de la mafia del narcotráfico ha dado tan buenos frutos que los delincuentes están reaccionando como fieras heridas de muerte.
El narcotráfico hace muchos años ha sentado sus reales en el país y la narcopolítica se ha metido en el caracú de los tres poderes del Estado, que así han sido sometidos de manera vergonzosa por quienes lucran con la vida de la gente. Y, hasta ahora, fue tan poco lo que se los ha molestado que ni siquiera mostraron algún interés en atacar a nadie del Gobierno. Las veces que hubo matanza protagonizada por narcos se trató de enfrentamientos entre carteles. En nuestro país, hasta ahora, no se conocen atentados en donde pierdan la vida autoridades ni del Ejecutivo ni de los demás poderes del Estado.
Esto no es porque el narcotráfico paraguayo sea benevolente o compasivo. Se debió simple y llanamente a que nadie los molestó nunca en sus negocios; al contrario, casi todos los representantes del Estado figuraron siempre en la nómina de los delincuentes, asegurándose de esa manera una absoluta impunidad.
Desde hace tres años las cosas empezaron a cambiar. Se recrudeció la lucha de los organismos de seguridad en contra de los mafiosos y se tomaron medidas duras e inflexibles, golpeando fuertemente al negocio del tráfico de drogas.
A fines del 2014, convocada por el jefe de Estado, se realizó una cumbre de poderes del Estado, de la que participó también la Fiscalía General del Estado, en donde se decidió que habría tolerancia cero para el narcotráfico, para lo cual se definieron varias estrategias, entre ellas modificación de algunas leyes y elaboración de otras, que facilitaran el trabajo de los organismos que combaten a los delincuentes.
Varias de las cosas prometidas siguen sin ser cumplidas. Todavía no está vigente la nueva Ley de Financiamiento Político que evite el aporte del narcotráfico a las campañas de candidatos a cargos electivos; pero la decisión del Gobierno permanece firme y, junto con el Ministerio Público, ha dado fuertes golpes a los mafiosos, muchos de los cuales han sido detenidos y condenados, entre ellos el mismo Pavão, quien, para colmo, acaba de perder todos los privilegios que tenía en el Penal de Tacumbú.
Todo esto ha hecho que los narcos entiendan que la luna de miel con el poder político terminó y que, ahora, si pretenden continuar con el negocio, deberán vivir expuestos a ser detenidos, procesados y condenados. Se acabó el recreo para los delincuentes, quienes empezaron a hacer lo que hasta ahora no tuvieron necesidad de hacer, elaborar un complot en contra del presidente y su entorno.
Repetimos, no se deben tomar a la ligera estas amenazas. Significan a las claras que los traficantes han recibido el golpe y pretenden devolverlo. Es cuando más atentas deben estar las fuerzas de seguridad, porque no hay nada más peligroso que una fiera herida de muerte.